Una vez más, otra de tantas, nos volvemos a encontrar ante
la tesitura de tener que hacer una crítica, que de entrada,
nos duele hacer y evidentemente no nos apetecería realizar
si no nos encontráramos ante otra situación “grave”, quizás
mucho más de lo que muchos puedan pensar, estando la misma
impulsada por el sentimiento de tristeza, rabia e
incredulidad que invade a muchos Policías Locales cuando
purulan por los pasillos de la Jefatura que tiene su sede en
Avda. Bombero Marco Antonio Navas. Aunque en primer lugar,
hemos de dejar claro, que desde la Junta Directiva de esta
Plataforma, hemos tenido que contar hasta mil para poder
empezar a pronunciarnos sobre unos hechos, que a priori,
deberíamos dejar en manos de los Grupos de Investigación del
Cuerpo Nacional de Policía y del Poder Judicial, con lo
cual, a partir de aquí, intentaremos pronunciarnos única y
exclusivamente sobre aquello que ya se ha hecho público,
incluida alguna que otra información “tergiversada” con muy
mala intención, por parte de aquellos que hacen uso del
cuarto poder, convirtiendo la libertad de expresión de un
país presuntamente democrático en un arma arrojadiza con el
único afán de herir sin más, aunque la señora debería de
saber que ya estamos acostumbrado a sus malas formas e
intenciones, con lo cual, en esta ocasión no haremos caso a
medio día habiendo días enteros.
En estos momentos, en los que prácticamente nos somos
atendidos o escuchados por los que tienen el poder en sus
manos, poder que no es perenne y el que a veces hace que se
olviden de que la palabra “humildad” existe en nuestro
diccionario, hemos decidido que nuestra crítica se convierta
en un halago hacia una intervención llevada a cabo por unos
compañeros que han expuesto su VIDA e integridad sin
dilación alguna, evitando que unos “pistoleros de presidio”,
vuelvan a hacer justicia a su manera en esta, la ciudad de
todos los caballas. Se ha participado, posiblemente en uno
de los servicios más complejos que ha tenido en su historia
la Policía Local, con lo cual, es mucho más importante
valorar lo bueno y dejar ya de intentar convencer a los que
no cuentan con nosotros para nada, a los que ya hemos
propuesto de forma individual antes y ahora como miembros de
esta Plataforma una y mil propuestas, para, simplemente
poner un pequeño granito de arena en el progreso de una
Policía, que por desgracia sigue estancada en una época más
propia de la transición política que del Siglo XXI.
A nuestra Jefatura y a nuestros dirigentes Políticos, le
pedíamos poco, muy poco, ni siquiera queremos hablar de
responsabilidades o de lo mal que estaba planteado el
dispositivo, únicamente pedíamos que se personaran como
acusación particular, así como la asignación de un gabinete
jurídico especial por lo complejo de las circunstancias que
rodean a la intervención y finalmente, algo que hemos echado
en falta prácticamente toda la vida, el haberse pronunciado
ante los medios de comunicación para pedir a ese cuarto
poder prudencia a la hora de elaborar una noticia en
relación a una intervención que todavía no ha finalizado, ni
desde el punto de vista policial y mucho menos
judicialmente, pero claro, ese poquito que nosotros pedimos,
es mucho para algunos, puesto que el que mucho debe, no
puede pedir a cambio absolutamente nada, ni siquiera para
esos Policías que han arriesgado su vida.
Una vez dicho esto y dejando patente que nos sentimos más
desamparados que nunca y sin el apoyo que unos miembros de
las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad debieran tener en este
tipo de ocasiones, nos gustaría FELICITAR PÚBLICA y
ENÉRGICAMENTE, con toda la fuerza que podamos trasmitir a
través de estas letras, a esos POLICÍAS LOCALES que, no sólo
fueron víctimas colaterales de un tiroteo que podía haber
acabado en tragedia, sino que además, a sabiendas de que los
“malos” iban armados hasta las trancas, tuvieron el valor de
montarse en un vehículo radio-patrulla, colocaron los
dispositivos ópticos y acústicos y persiguieron a estos
incalificables hasta darles alcance y poder detener a uno de
ellos, tras pasar, seguramente uno de los peores momentos de
su trayectoria profesional, forcejeando, siendo desarmados y
simplemente haciendo frente a unos “pistoleros” con muy
malas intenciones, ¡señores!, casi nada, “hacer frente a
unos malos armados y dispuestos a lo que sea con tal de
salir impunes tras la refriega”, creemos que desde el punto
de vista policial esto no tiene que ser nada fácil.
Evidentemente no vamos a entrar la valoración que cierto
medio ha realizado sobre una parte de la intervención,
puesto que como hemos dicho antes, para eso está el Poder
Judicial, aunque, en realidad, no hemos de engañarnos, pues
somos conscientes de que la que porta la pluma simplemente
es feliz haciendo daño a la Policía de la Ciudad donde vende
sus periódicos, así que esperemos que el proceso finalice y
cuando se llegue a tal extremo, nos pronunciaremos,
insistiendo en que ahora lo que verdaderamente nos interesa
es mostrar nuestro apoyo a esos compañeros que están siendo
bombardeados de información e intereses no muy legítimos,
cuando todavía no han tenido la oportunidad de despertar y
ser conscientes de haber vivido una de las peores pesadillas
a la que se puede enfrentar un Policía.
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