Y mucho que se han dejado ver,
tanto en las calles como en muchos de los establecimientos
ceutíes.
Y no es que estos rusos, llegados el viernes, vengan con el
ansia de compras que traían los antiguos “paraguayos”, pero
lo que sí es cierto que el tabaco, los licores y algunas
otras compras han hecho, tal como se mostraba por las muchas
bolsas que llevaban, el objetivo principal de sus apetencias
en Ceuta.
Podemos decir que ha sido otro pequeño empujón del final de
las fiestas navideñas, más concretamente, en la víspera y el
día de Reyes.
He visto en alguna parte que se decía que no gastaban mucho
y es natural, porque la crisis afecta a todos y, como no
podía ser de otra manera, también a los marinos rusos que
han llegado en estos primeros días del año a Ceuta.
No podemos, pues, hablar de la llegada de una multitud de
personas en plan de compras, pero es que esa época ya pasó
para Ceuta, porque el cambio dado en la sociedad española,
en los últimos 35 años, ha roto aquel sistema en el que ser
puerto franco acarreaba ciertos beneficios que compensaban
otras dificultades que Ceuta podía tener.
Con todo, ya quisiéramos que, a diario, llegara algún otro
barco con medio millar de personas, casi todos jóvenes que
tratan de gastar lo que luego, durante muchas semanas de
navegación no pueden gastar en el mar.
Por lo que he podido ver, desde el viernes, hasta la
tarde-noche del domingo, el colorido de Ceuta, dejando de
lado las carrozas de la cabalgata, lo han puesto esos casi
500 rusos que han visitado nuestra ciudad estos días.
Paseos por las calles más céntricas, siempre en grupos de
cinco, fotos en los lugares que menos se podía uno imaginar,
reuniones o visitas con algunas de las autoridades o cargos
de importancia y visitas a bares, restaurantes y
establecimientos de perfumes o de licores.
Tampoco se puede pedir mucho más, y parece que ya, de
antemano, se están adelantando al turismo que se pretende
lograr, a partir de FITUR, donde Ceuta volverá a tratar de
hacer su publicidad, ya veremos con qué éxito, porque hasta
ahora y eso que las apariciones ceutíes en esta “feria” son
constantes, poco se ha logrado para hacer a Ceuta eso que se
pretende, una ciudad de compras.
Así se ha puesto fin a las fiestas navideñas. Así, un año
más, se vuelve a lo que, hasta ahora, era el comienzo de las
rebajas y que ya veremos si este año, con la crisis, la
recesión y la falta de la paga extraordinaria, van a tener
mucho éxito.
Pasaron los Reyes, esos que ahora, desde Andalucía, se
quieren situar en las propias tierras andaluzas, ignorando
que los dominios de Tartessos habían perecido ya, unos
cuantos siglos antes de que naciera el propio Cristo.
De todas formas lo que sí hubo fue un buen número de
visitantes, pero de Rusia, da lo mismo de donde sean, con
tal de que dejen algo positivo y no se olviden de que hay
una ciudad española, en el norte de África, que se llama
Ceuta. Ahora ya a esperar que pronto vuelva otro u otros
barcos más y se dejen ver por las calles de la ciudad.
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