Romper con la rutina, dicen y lo
sé por experiencia, es muy aconsejable para la oxigenación
correspondiente, así como, para coger impulso y poner en
orden lo que haya que reordenar.
Por ello, en determinadas fases del transcurrir de mis años,
me he aislado de tal forma, hasta el punto, que incluso en
ciertas ocasiones me asemejaba a los ermitaños. Pero como
siempre la cabra y sus cabritos tiran al monte, volvía a
renacer como el Guadiana y retornaba a esta jungla con más
energía que nunca. Como me ocurriera en cierta ocasión
cuando permanecí unos años en una extensa finca de viñedos
en Ausejo (La Rioja), o en mi última etapa residiendo en
Muro (Soria).
Parte de lo anterior es lo que he hecho desde el pasado 20
de diciembre, cuando decidí alejarme de cualquier
información proveniente de los medios de comunicación o, de
los comentarios del papanatas charlatán de turno. Ya que,
como estaba hasta la cejas de tanta intoxicación política… A
estas alturas de mis días y de mis noches, como no aguanto
ni un capotazo, por molestarme, me molesta, hasta el vuelo
rasante de las ‘mosquitas muertas’.
Consecuentemente, siguiendo la reorganización social diaria
que me tracé hace unos meses, he ido alejando de mí las
metrallas, submarinos, escorias y otros elementos similares
de la cultura, de las artes y de la sociedad civil o
política... Porque al ser libre e independiente, y al no
estar sometido a yugo ni patrón alguno, selecciono mis
compañías, acudiendo a actos y lugares donde verdaderamente
me apetezca asistir sin más. Ya que, mi interés no es otro,
que sentirme bien en todo momento y lugar, donde esté sólo o
acompañado por la flor de mi canela.
Por ello, el 26 de diciembre, para culminar la primera fase
de este proceso, puse tierra de por medio unos días y nos
marchamos, no como Marcos a la montaña, sino en busca del
sol y las playas de Benidorm (Alicante), formando parte del
turismo nacional y extranjero que se da cita allí; del que
he podido sacar, una vez más, muchas conclusiones, no sólo
las desgarradoras y las que favorecen económicamente las
arcas empresariales y oficiales, sino otras muchas como
pueden ser las costumbres, folclores...
Bendita sea la climatología reinante en Benidorm, al ser un
deleite pasear, caminar y disfrutar por sus calles y plazas,
así como, en sus extensos paseos marítimos a orillas de las
playas de Levante o Poniente, totalmente repletos de
personas procedentes de distintos lugares y países, los que
permanecían tomando el sol y hasta bañándose, como si se
encontraran en plena época estival.
Estimado lector, si me apetece ‘perderme’ de forma puntual
por esta y otras multitudes, como puede ser en grandes urbes
como Madrid o Barcelona, es porque su cosmopolismo hace que
me sienta totalmente a gusto, relajado y distendido, al
pasar casi totalmente desapercibido de la hipocresía falsa y
chismosa sociedad de las aldeas, pueblos y ciudades
pequeñas.
Porque, ¡madre mía, cuánto mal hacen las lenguas de mil
cuchillos! Por eso, en estos días que estuve por Benidorm y
alrededores, he gozado muchísimo, al embriagarme de la
cultura que palpé con las yemas de mis dedos, en las
diferentes bibliotecas que visité Vinaroz, Villajoyosa,
Binacarló y la de Benidorm que me sorprendió por la gran
afluencia de público, pero de características muy distintas
a las masas que abarrotaban las tiendas de souvenir y de
otras índoles, ya que la liberación de horarios ha hecho
posible que algunos comercios, permanezcan abiertos las
veinticuatro horas del día para hacer caja, porque en la
venta está la ganancia.
Y como la pela era la pela para los catalanes en la época
reciente pasada. Ahora en Benidorm lo es también el euro
para los establecimientos chinos, marroquíes y españoles…,
porque hacen su agosto en cualquier día del año. Aunque, no
es oro todo lo que reluce allí, porque he observado hoteles
y muchos locales cerrados, como consecuencia del descenso
del turismo...
Espero y deseo, al ser el turismo una de las primeras
fuentes de riquezas españolas, se conciencien las
autoridades de que hay que cuidarlo entre algodones, porque
de lo contrario, los únicos turistas que vendrán a las
distintas zonas de España, serán los descendientes del
bárbaro capitalismo blanco o negro… Creo, que esta primera
tribuna de 2013 ha sido un poco light, porque no he querido
que se me quiebre la miel que preñan mis sensibilidades.
Tiempo habrá para meterme en profundidades, a pesar de que
he sufrido pavor al observar a esas muchedumbres catetas,
hoscas e intratables. Las que por su incultura son capaces
de hacer cualquier cosa, al haber sido sometidas antes de
que calzaran chanclas con calcetines blancos de lana. Amén.
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