En Parques y Jardines, dependiente también de la consejería
que dirige García Castañeda y tantas veces “polémica” por
los reproches de la oposición en cuanto al gasto en
ornamento público, el consejero afirma que también se ha
logrado un ahorro dentro de los ajustes económicos
realizados en Medio Ambiente. Así, se ha empezado una poda
de todas las palmeras de la ciudad tras la realización de un
estudio previo de la situación en la que se encuentran
llevado a cabo por técnicos de Obimasa. En 2012 se han
recibido ayudas del Estado por valor de 475.000 euros para
la erradicación de la plaga del picudo rojo. Para esa tarea
específica se contrata los servicios de la empresa
especializada Tragsa. A parte de coordinar este programa, el
personal de Obimasa ha realizado, indica el consejero, un
inventario de palmeras y a lo largo de este año se
desarrollarán tareas de reposición de las que se han
perdido, pero “sólo en zonas muy concretas”, en aquellas que
se considera “emblemáticas”, y que se caracterizan
precisamente por estar adornadas con estos árboles, como son
La Marina o el paseo de Las Palmeras.
Por otra parte, ha comenzado a “apurarse al máximo el ciclo
de la vida útil de las flores”, con lo que se ha conseguido
un ahorro importante que, aunque dentro del presupuesto
general puede parecer pequeño es, según destaca García
Castañeda, “importante”. Esta nueva forma de trabajar con
flores y otras plantas ornamentales permite espaciar cada
vez más las compras para su reposición por lo que el ahorro
se irá viendo a medida que avance la temporada, indica el
responsable de Medio Ambiente. Y es que “aunque hay quien
pueda pensar que se gasta una fortuna en flores”, advierte,
el presupuesto total tanto de plantación como de
mantenimiento de las plantas y la compra de los productos
necesarios para ello suma al año entre 140.000 y 170.000
euros, que son “para un área muy extensa de jardines”.
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