Los dispositivos de la Policía Local para la protección
de los autobuses en las zonas en las que son objeto de
apedreamientos ya no son fijos, sino “dinámicos”. La Ciudad
ha variado el método tras las protestas de las
organizaciones sindicales de la policía, que denunciaron
falta de competencia y de medios para mantener controles
fijos en zonas como El Príncipe. Además, la Ciudad “estudia”
la instalación de cámaras de seguridad en las zonas
especialmente “peligrosas”.
El dispositivo de la Policía Local en el Príncipe se ha
suprimido tras las protestas de los sindicatos, que alegaban
falta de competencia y de medios, y el suceso ocurrido el
pasado día 30, cuando los agentes allí destinados con el fin
de proteger los autobuses de los actos vandálicos se vieron
envueltos en un tiroteo.
Tal como explicó ayer el portavoz del Ejecutivo, Guillermo
Martínez, el método de trabajo se ha modificado aunque por
parte de la Ciudad se entiende que es necesaria la
protección de los autobuses, un “servicio público esencial
que tiene que llegar a todos los ciudadanos”. También
considera el Ejecutivo local, en palabras de Martínez, que
“cada uno tiene que hacer el trabajo que tiene que hacer”.
El portavoz agregó que en este ámbito la Policía Local “lo
que va a hacer es un acompañamiento dinámico o itinerante de
las distintas rutas”, pero “no va a haber un seguimiento o
control firme en una zona como estaba inicialmente
dispuesto”, recalcó.
A su vez, se van a acometer “una serie de actuaciones
complementarias no exclusivamente con presencia policial,
sino que se está estudiando la posibilidad de implantar
cámaras en determinadas zonas que son especialmente
peligrosas para intentar controlar o persuadir a estos
delincuentes de los apedreamientos”.
Por otra parte, zonas que “parecen ser utilizadas” por parte
de quienes lanzan piedras a los vehículos “se van a acotar o
a intentar hacer lo más difícil posible el acceso a las
mismas”. Esto ocurre por ejemplo, con un boquete en un muro
de la pista deportiva situada junto al colegio Reina Sofía,
que fuentes de la Consejería de Medio Ambiente señalan que
había sido reparado en tres ocasiones en apenas unos días
antes de fin de año y que los vándalos utilizan para acceder
al punto alto desde el que lanzan piedras al transporte
público.
“Factor sorpresa”
Los nuevos acompañamientos de la Policía Local a los
autobuses se llevarán a cabo según especificó Martínez, con
vehículos policiales y “no siempre en las mismas rutas ni en
los mismos horarios” con el fin de contar con el “factor
sorpresa”.
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