Como consecuencia de la crisis se ha visto incrementado el
número de residentes españoles en el exterior. Un alto
porcentaje son jóvenes con un currículo de alto nivel.
Dentro de este grupo y debido al recorte de I + D estaría el
cupo de los que pertenecerían a la denominada fuga de
cerebros, que en definitiva constituirían una mayoría de los
que se han dirigido a encontrar un puesto de trabajo, donde
desempeñar su profesión en unas mejores condiciones
económicas y de dignidad profesional, con un futuro más
despejado.
Es cierto que el programa Erasmus ha propiciado un
intercambio cultural y educativo muy positivo, así como la
libre circulación de estudiantes correspondientes a los
diversos países de la Unión Europea y de lo que debemos
felicitarnos. No es un drama que un determinado número de
estudiantes termine siendo absorbido por países distintos al
de su origen, incluso puede ser positivo, pero el problema
puede plantearse cuando los jóvenes titulados abandonan el
país porque no tienen futuro profesional, con escasas
posibilidades de retorno, como está sucediendo en España.
Podríamos citar entre otros el caso de arquitectos,
ingenieros…
Este “exilio” puede provocar que nuestro país no salga
suficientemente beneficiado, porque la inversión educativa
no redunde al cien por cien, en la riqueza económica e
intelectual de nuestra nación, exceptuando empresas
españolas con proyección internacional.
Tratando este tema con miembros de mi familia, que están
dentro del perfil de jóvenes que pueden verse afectados por
esta situación, me comentaban sus impresiones ante la
realidad del problema laboral juvenil y que paso a
enumerar:” La falta de oportunidades laborales. El mercado
laboral es incapaz de asumir toda la demanda de trabajo y
existe una oferta de empleados con brillantes expedientes.
El Gobierno está siendo ineficaz ante esta situación. Se
producen parches cortoplacistas que no tienen el punto de
vista fijado en una planificación a más largo plazo.
Deficiente gestión de los recursos invertidos en educación y
preparación profesional de nuestros jóvenes.”
Un aspecto que resaltaban especialmente es el vacío que se
produce entre la terminación de los estudios superiores y el
mundo empresarial. En Francia, por ejemplo, desde los
primeros años de estudios universitarios ya hay vínculos con
el mundo empresarial.
Los datos del paro juvenil en Ceuta, así como en el resto
del país, son altamente preocupantes. Ceuta está a la cabeza
del paro juvenil de la Unión Europea, superando el 60%. En
el resto del país se acerca al 50%, mientras la media
europea llega al 21,4%.
A pesar del contexto que nos rodea, quiero afirmar ante todo
la opinión de que el esfuerzo demostrado por profesores y
alumnos, el estudio, la preparación y el deseo de superación
de los jóvenes constituyen su mejor antídoto frente a la
crisis, por supuesto sin desmantelar el refuerzo de la
igualdad de oportunidades. No debemos olvidar también que el
futuro puede ser menos difícil para los mejor preparados.
A mi modo de entender, pienso que el tema del paro juvenil
no ha sido suficientemente destacado y abordado en la
intervención reciente del Presidente del Gobierno desde la
Moncloa. Sobre éste como con otros problemas que agobian a
los ciudadanos, echo en falta por el Sr. Rajoy una mayor
preocupación y práctica en su actuación, que contemple más
capacidad del diálogo y de solidaridad. Diálogo con la
participación de las organizaciones sindicales,
empresariales y los partidos políticos para que todos puedan
aportar y confrontar sus planteamientos. Desde la
discrepancia se pueden acercar posiciones, que provoquen una
mayor colaboración, pues es necesaria para que el país salga
adelante. Es cierto que se ha planteado para el
sostenimiento de las pensiones y con el Sr. Mas, pero hay
más campos y más problemas pendientes como es el caso del
paro juvenil.
Mencionaba la palabra solidaridad. Sin ella seguirá
sucediendo lo que hemos lamentado este año, que el sostén de
la crisis la están manteniendo las clases populares,
funcionarios, el resto de trabajadores, así como los
pensionistas… que constituyen la inmensa mayoría de los
ciudadanos, mientras los grandes potentados, los altos
responsables de las entidades financieras que algunas de
ellas están recibiendo dinero público y los defraudadores
fiscales, cada vez acumulan más beneficios, bloqueando la
afluencia de créditos para los posibles emprendedores y el
empleo juvenil que tan necesario es.
Tenemos por delante un año duro. Estoy seguro que además de
para el país y el Gobierno, lo será para el principal
partido de la oposición. Es necesario por el bien de España
que el Partido Socialista en su conjunto, así como el
secretario general Sr. Rubalcaba, continúen desarrollando un
trabajo intenso y permanente, una oposición útil,
constructiva y eficaz para el ciudadano, que esté cerca de
él y sus problemas, para que nuestro país y la juventud no
pierdan la esperanza.
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