Los ceutíes nos hemos aburrido de
las acusaciones vertidas por los líderes políticos de la
oposición relativas a una supuesta incapacidad financiera de
la Ciudad Autónoma de Ceuta a pesar de que ésta continua
atendiendo con total normalidad los compromisos adquiridos
con el personal a su cargo, proveedores, entidades
financieras, asociaciones, organizaciones, clubes deportivos
así como, con la ciudadanía en general.
En principio, debemos ser conscientes que las circunstancias
actuales no son nada favorables para unas cuentas públicas
mermadas como consecuencia de la disminución en los ingresos
fiscales propios no compensados por la Administración
General del Estado, por la puesta en marcha del pago de las
deudas a proveedores, aprovechando la aplicación por parte
del Gobierno de España de dicho plan a todos los
ayuntamientos que cumplieran con los requisitos establecidos
y del cierre de la petición de préstamos a entidades
financieras.
A pesar de todo ello y como resultado de los distintos
planes de austeridad ejecutados en los últimos años junto al
compromiso real y sincero del Gobierno de la nación, las
cuentas de la Ciudad se encuentran saneadas, favoreciendo
con ello el equilibrio entre ingresos y gastos. Como de bien
nacido es ser agradecido, debo destacar la mejora sustancial
en la financiación proveniente del Ejecutivo central tras la
llegada al mismo del Partido Popular. El nuevo Gabinete ha
recuperado partidas suprimidas por el anterior de José Luis
Rodríguez Zapatero y Alfredo Pérez Rubalcaba.
Ni puedo, ni debo olvidar por justicia, el protagonismo
asumido por una ciudadanía que sufre directamente las
consecuencias de alcanzar dicho equilibrio financiero a
través del sacrifico de unos derechos consolidados, que han
sido temporalmente aparcados. Es momento de recordar el
sacrificio protagonizado por los propios trabajadores
públicos de la Ciudad, por las distintas entidades que
trabajan a partir de convenios suscritos con el Ayuntamiento
y, como no podría ser de otra manera, por una ciudadanía que
ha visto como se han incrementado algunos gravámenes
fiscales.
Frente a las reiteradas acusaciones sobre quiebra técnica
del Ayuntamiento, endeudamiento insoportable, despilfarro de
los recursos públicos o desidia de los miembros del Gobierno
autonómico, la realidad es más que evidente para una
ciudadanía que comprueba como la normalidad es la nota
predominante en la actividad cotidiana. Los trabajadores
públicos reciben puntualmente sus retribuciones así como,
quienes se encuentran sujetos a convenios firmados con
diferentes colectivos, se atienden puntualmente los pagos a
proveedores, se mantienen los empleos estructurales y los
servicios públicos funcionan con normalidad a pesar de las
circunstancias adversas. Por tanto, debemos dar como buena
la frase pronunciada por el Presidente de la Ciudad, Juan
Jesús Vivas, respecto a la situación actual “Mantenemos el
barco a flote”.
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