En tiempos de crisis hay que echarle imaginación a los
negocios. Eso es lo que pensó Armando Díaz Ramos, dueño del
Restaurante ‘Rigoletto’, ubicado en el Parque Marítimo del
Mediterráneo, junto al Poblado Marinero. Cuando el
‘Caballa’, que se ubicaba donde está el Club de Natación del
mismo nombre, en la playa de la Ribera, tuvo que cerrar,
Díaz pensó que ahí había una buena oportunidad de negocio.
Así, decidió atraer a los clientes que con el cierre del
‘Caballa’ quedaban “huérfanos” ofreciendo en su local el
característico menú del restaurante de la playa. Eso sí,
hizo algunos cambios. Bajo un euro el precio -el menú pasó
de ocho a siete euros-, pero también introdujo recortes,
como quitar el café del menú.
“Vimos que los clientes del ‘Caballa’ se habían quedado
desperdigados, y sus empleados, en paro; entonces estuvimos
hablando y decidimos contratar a algunos de ellos para
ofrecer en el ‘Rigoletto’ ese mismo servicio”, explica Díaz.
Así ha contratado a cuatro de los ocho trabajadores que
tenía el ‘Caballa’ y que se suman a los cinco con los que ya
contaba el restaurante italiano. “Dependiendo del movimiento
contrataría a más personal”, apunta.
“Hay mucha gente que todavía no sabe que nosotros ofrecemos
el menú del ‘Caballa’ y ahora estamos probando si vamos o no
a variar algunos platos”, explica Díaz. “Para el tipo de
menú que estamos dando yo pienso que es un precio-calidad
bastante compensando y creo que el local y el servicio
también lo merecen”, agrega. El restaurante también sigue
dando su carta habitual, compuesta principalmente por platos
italianos (pasta, risotto...) y asiáticos (wok, vietnamita),
puesto que el local nació como una fusión de las
gastronomías italianas y asiáticas.
Díaz calcula que comer a carta suele costar entre 15 y 16
euros, aunque puede subir en base al vino que se pida. “La
gente sabe más o menos los precios que hay en cada local”,
apunta. El menú, por su parte, se mantiene todos los días,
incluido fines de semana. Estos días navideños, el menú
sufre algunas variaciones acordes a las fechas. Además, para
la noche de fin de año, el ‘Rigoletto’ tiene previsto
realizar un tradicional cotillón, aunque en principio sin
cena.
Los orígenes
El actual local del ‘Rigoletto’ nació ofreciendo comida
mediterránea y carnes y llamándose ‘Bahía del parque’ porque
el que se llamaba ‘Rigoletto’ era un restaurante que tenía
el hijo del dueño en la Plaza Mina. “A él le iba muy bien,
pero el local era muy pequeño y como el mío era más grande
le ofrecí que se viniera. Además, en su ubicación bajaban
mucho las ventas en verano”, explica Díaz. Aquel traslado
tuvo lugar a principios de 2010.
La intención del empresario es alcanzar llenos en verano.
“Esperamos que de aquí al verano los clientes del ‘Caballa’,
que eran bastantes, ya nos conozcan y vuelvan por aquí”,
apunta. Por su parte, el dueño del ‘Caballa’ no tiene ningún
beneficio de esta adquisición, sino que ha sido una cesión
gratuita de una estrategia empresarial. De hecho, como ayuda
ha llamado a mucha de su clientela para informarla. “En lo
que podamos colaborar con los clientes, estamos a su
disposición”, sostiene Díaz.
El empresario considera que la cocina es el principal motor
del negocio: “Si sube la clientela tendremos que reforzar la
plantilla de cocina, prefiero tener una persona extra y que
el servicio funcione a que nos veamos cortos y que vaya
lenta la cocina, porque si la cocina funciona, funciona el
salón, pero si la cocina no funciona, por muchos camareros
que haya no marcha el servicio”.
La crisis
Las comidas de empresa, tan propias de estas fiestas
navideñas, han bajado considerablemente según opina Díaz.
“La crisis se está notando muchísimo”, asevera. “Aunque
últimamente este tipo de comidas las sufraga el propio
trabajador, se han notado caídas de hasta el 40%; el que se
gastaba el año pasado 25 euros en una comida, este año no
viene porque no todo el mundo se lo puede permitir”.
Díaz confía en que a partir de mediados del año próximo,
“mayo o junio”, la situación del país empiece a mejorar.
“Espero que se vaya notando que estemos saliendo de la
crisis y llegue el dinero”, apunta.
En cuanto a la situación concreta de la hostelería en Ceuta,
Díaz considera que está “mejor que en la península debido al
número tan elevado que hay de funcionarios”. “La media de
sueldos sube, difícilmente encontraremos una ciudad en la
que la renta per cápita sea superior a los 22.000 euros,
teniendo el ‘hándicap’ de que más del 50% no supera los
1.000 euros. Eso supone que el otro 50% cobra más de 2.000
euros”, agrega el empresario, quien considera que la
retirada de la paga extra de Navidad está repercutiendo
mucho en el gasto que se está haciendo durante estas
fiestas.
La oferta gastronómica se complementa, según explica Díaz,
con espectáculos, que suelen ser los viernes por la noche.
“Lo que queremos es lo que la gente esté a gusto”, concluye.
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