Los trabajadores del ‘Convenio de Inmigración’, un acuerdo
efectivo a lo largo de los últimos años entre Ciudad y
Estado, han tenido que firmar un nuevo contrato con fecha de
finalización de 31 de diciembre de 2013. Algunos
trabajadores estiman que la Ciudad no cumple con su promesa,
al no estabilizar su situación.
Los trabajadores adscritos al ‘Convenio de Inmigración’
entre la Ciudad Autónoma y el Estado, que el pasado 10 de
diciembre firmaban un contrato de carácter indefinido con la
Ciudad, se vieron ayer sorprendidos por una llamada del área
de Personal de la Ciudad, que les pedía una nueva firma en
un contrato diferente, ésta vez con fecha final de 31 de
diciembre de 2013. Así lo han asegurado algunos de los
trabajadores, que han manifestado su disconformidad con el
nuevo contrato, ya que de esta forma no se cumpliría el
“compromiso formal de la Ciudad de que vamos a tener
estabilidad laboral”. “Es la quinta prórroga que firmamos
del contrato”, han asegurado trabajadores del Convenio, que
lamentan esta situación, prácticamente a cuatro días de que
termine el año. Según los trabajadores, los nuevos contratos
deben ser firmados entre hoy y mañana, por lo que algunos se
preguntan qué pasará con los compañeros que se encuentran
fuera de la ciudad y que no pueden firmar los nuevos
documentos antes de esta fecha. “Nos han vendido una
estabilidad laboral que no es cierta”, aseguraron ayer,
recordando que el consejero de Economía y Hacienda de la
Ciudad, Guillermo Martínez, había manifestado públicamente
que los nuevos contratos irían “sin fecha de finalización”.
Por su parte, el consejero y portavoz del Gobierno,
Guillermo Martínez, que ha confirmado este cambio “legal”,
ha afirmado que la voluntad de la Ciudad sigue siendo
mantener a los trabajadores y que no se ha podido formalizar
este contrato por cuestiones “técnico-jurídicas”.
“El INEM no permite que se inscriba un contrato de este
tipo. Aún así la voluntad del Gobierno es mantener la
prestación y no están limitadas las prórrogas que podemos
realizar”, explicó, con ánimo de tranquilizar a los
afectados.
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