Desde la Consejería de Presidencia, Gobernación y Empleo y
la Vicepresidencia 1ª de la Asamblea se ha subrayado que el
servicio público de autobús es “fundamental” y que la Ciudad
“vela por que sea prestado de forma regular y continuada”.
La reunión mantenida ayer entre Yolanda Bel, Adela Nieto, el
superintendente jefe de la Policía Local, Ángel Gómez, y el
gerente de la empresa, José María Cuéllar y varios
representantes del comité de empresa se celebró con el
propósito de dar seguridad a este transporte público.
Desde este mismo comité se explicaba ayer a este diario que
esperan que se tomen las medidas anunciadas, aunque, por el
momento, se mantiene la convocatoria de paros para después
de las fiestas, tal y como anunció EL PUEBLO en su edición
del pasado día 23. “Por el momento no sabemos en qué va a
quedar todo esto”, aseguraban desde el comité.
La reunión con el presidente de la Ciudad, Juan Vivas,
fijada para mañana, se mantiene. En el encuentro, los
representantes de la empresa manifestarán al máximo
representante del Ejecutivo local los “problemas” que sufren
a diario los conductores y los usuarios a causa de estos
apedreamientos. Vivas definía ayer en este diario estos
ataques como “lamentables”. Además, solicitaba a la
ciudadanía que “denuncia” si conoce a los que atacan un
“servicio público” como este. Y es que, “quien le pega una
pedrada a un autobús está atentando contra un bien que es de
dominio público”, resaltaba.
Coste para la empresa
Por su parte, los autobuses han registrado este año el
récord” de daños causados por vándalos, según informaba el
pasado domingo el propio gerente de la concesionaria de este
servicio en la ciudad. Y es que la empresa ha tenido que
reponer 37 lunes de vehículos, muy por encima del máximo de
18 rotas en años anteriores; a este problema se suman los
destrozos causados por los bordillos y badenes.
En cuanto a las consecuencias económicas que para Hadú-Almadraba
tienen los actos vandálicos de los que es objetivo de forma
reiterada, Cuéllar afirmaba que son muy difíciles de
afrontar en estos tiempos de criisis. Sólo en la reparación
de cristales, este año han desembolsado entre 70.000 y
80.000 euros, puesto que cada luna cuesta, según sea de la
parte trasera o delantera, 1.800 o 2.300 euros. La empresa
también ha denunciado otros problemas como la falta de
carriles para el servicio.
|