Dandole vueltas al susodicho tema
del FIN DEL MUNDO, todos tenemos algun momento de nuestras
vidas eso del fin de los tiempos, algun cataclilsmo, alguna
locura o momento desastroso y donde ves pasar por tu mente,
varios recuerdos pasajeros que se diluyen en menos de nada.
Las redes sociales y eventos, se lanzaron en un ataque de
histeria colectiva, a demostrar eso del chillo para no tener
miedo, digo muchas cosas para no tener miedo, pero siempre,
el miedo asociado con el pánico y la angustia, deriva en la
ansiedad, y el egoismo...
Cuando yo compré un desodorante con eso del 2012 y el logo
del fin del mundo, lo tomaba a chulería a broma, el arca de
Noé, salía por televisión con cientos de chicas, subiendose
por la pasarela, a hacer un harén trimilenario. y si cada
uva de la suerte, lleva un sello del destino, no sabía yo o
lo intuía que bala llevaba mi nombre, para acabar con cosas
de mi vida, como un principio de un fin.
Las generaciones nuevas, en Ceuta y muchos lugares, viven
pegadas al móvil, al MP4 al Black-Berry, y demás utensilios,
y no levantan la cabeza del portal, ni para ver pasar los
pajarillos, la luz del día, los olores y aromas, y los que
somos de generaciones pasadas, sólo teníamos la MENTE, el
instinto, el ingenio, y la astucia para innovar, jugar,
disfrutar, y quedarte con las cosas, las buenas y las malas.
De hace un tiempo, lo tengo por un tio fiel, servidor y
leal, KAMAL HASSAN, con su fisico flojito y endeble, con su
bigote y su alegre mirada, más bien parece de AFGANISTAN, de
PAKISTAN, de algún lugar de Oriente Medio y no del vecino
Marruecos, cumplido y amable, siempre me espera a que
llegue, para esta vez, ir al deporte al gimnasio, y nos
decimos al unísono EL ULTIMO... y aunque no nos entendamos
en nuestros respectivos idiomas, nos ponemos de acuerdo por
nuestras conclusiones definidas en paradojas de la vida, y
el futbol...
El es un consumado seguidor barcelonista, donde disfruta
cada partido del Barcelona en su cafetín de Castillejos, y
cuando llega el lunes, o el jueves, después de la Liga y de
la Champions, nos hacemos gestos, de victoria o de alguna
derrota, y los honores y glorias de CRISTIANO y MESSI.
De un tiempo para acá, aunque la crisis nos vaya haciendo
estragos, y en muchas casas, no haya más que para lo
justito, y en otras casas, haya DOS PAGAS, y familias y
generaciones, copando edificios ministeriales y autonómicos,
no me ha dolido y mejor dicho, me he sentido orgulloso de
alguna ropa, camiseta, pantalón, utensilios varios y varios
cachivaches ...el haberselos regalado.
Ya cada vez que saco el monedero, el mismo me hace el gesto,
que no quiere cogerme monedas, que con mis detalles,
faltaría más, hasta un día, me olvidé una ventana y el muy
apañado, me puso un cartón, para evitar el saqueo, susto que
me llevé, hasta que caí en la cuenta, del magnifico detalle.
Y llegaron las cábalas del FIN DEL MUNDO, el mismo en su
idioma árabe y mediio español y francés, me preguntó por eso
del walu mundo... yo me explayé a gusto y le conté, que en
mi vida, había visto dos momentos donde si pensé que era el
fin del mundo, y que aquello se acababa. Y fueron en el
mismo año, 1979, el primer susto, marzo de aquel año, la
bomba en un centrico hotel de Ceuta, nosotros dando clases
particulares, aquella nube de pólvora, los gritos y escenas
de dolor, el pánico, la histeria, los llantos, y la
profesora diciendome, Javier, tu que vives cerca, correeee
para casa, la sicosis de aquel momento, derivó en una
incertidumbre, por Ceuta, de no saber donde pisar, si
aquello eran atentados en cadena. Teníamos los caballas, en
la memoria, las bombas del verano de 1975.
Y el otro susto, la salida por la bocana del buque
Trasmediterránea CIUDAD DE TARIFA, era el de las 15.30
horas, un sábado, una hora de ir el barco petado, los
paraguayos, los de fin de semana, y nosotros que ibamos de
fin de semana a Torremolinos y mi madre, con mis hermanos
pequeños a Madrid, mi hermano Carlos, prefiirió quedarse en
Ceuta, a ver el COMANDO G, aquella serie inolvidable de la
Batalla de los Planetas, ...
El barco, hizo una escora a babor, para poner rumbo a
Algeciras, y hacía un levante del carajo, tanto que
suspendieron sus servicios los ISNASA, ibamos sentados en el
comedor, y yo justo con la mirada a la ventana, esa derrota
tan brusca para evitar los hileros (isleros), hizo esa
maniobra, tanta, que aquello no tenía fin, la mar se nos
venía encima, por la ventana... la gente gritando, vasos,
tazas, maletas, viajeros al suelo, y mi madre se le ocurre
decir ¡ sólo se va a salvar Juan Carlos !... ya pensé en
aquello era la muerte, la tragedia, EL FIN DEL MUNDO... y
tal angustia, me desembocó en el vómito irremediable, más
por el miedo, que por un mareo..
KAMAL HASSAN, ha compartido estas historias conmigo y yo con
el, sustos, angustias, y malos momentos, que nos ponen en la
tesitura, que esto es el final, son testigos, el mar, el sol
y y la luna ,supongo que algo en ese momento, me dijo, no
importa si no te entienda con el idioma, pero sí con el
corazón y la mirada. Por eso la gente, no sabe valorar, en
su justa medida, cuando has tenido un susto morrocotudo en
tu vida, que te haya dicho, eso si que fue aquel día EL FIN
DEL MUNDO.
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