El Cuerpo Nacional de Policía se vió obligado ayer a
cerrar la frontera del Tarajal a causa de una concentración
de porteadores, que se sentaron en el suelo y provocaron un
pequeño colapso sobre las 9.30 horas. Miembros de la
Delegación de Gobierno se trasladaron hasta el lugar para
actuar como mediadores en este suceso. Sobre las 11.00 horas
la situación ya estaba controlada y se había abierto la
frontera.
El Cuerpo Nacional de Policía se vio obligado ayer a cerrar
la frontera del Tarajal a causa de una concentración de
porteadores, que, según informaron a este diario testigos
presenciales de los hechos, se sentaron en el suelo y
provocaron un pequeño colapso sobre las 9.30 horas. Miembros
de Delegación de Gobierno se trasladaron hasta el lugar para
actuar como mediadores en el suceso y sobre las 11.00 horas
la situación ya estaba controlada. No es la primera vez que
se producen problemas con los porteadores, ya que hace menos
de una semana y media también se registraron colapsos en el
paso del Biutz, el cual se abre de lunes a jueves, porque la
afluencia de porteadores en viernes, sábado y domingo no se
suele registrar a causa de que las naves del polígono del
Tarajal están cerradas. Sin embargo, ayer se concentraron y
colapsaron la frontera, lo que obligó al CNP a tomar la
decisión de cerrar por motivos de seguridad.
Reuniones
El delegado del Gobierno, Francisco Antonio González Pérez,
ya anunciaba en este diario en la edición del pasado día 20
que están previstas reuniones entre la Policía Nacional,
empresarios del Tarajal y miembros de su equipo. Los
comerciantes de las naves se quejaban de la “actuación” de
la Policía Nacional, a lo que el delegado respondía que el
destino de estos agentes no es óbice para que traten de una
forma u otra a los porteadores.
Y es que la seguridad en la frontera, al igual que en el
resto de la ciudad, es una de las prioridades de González
Pérez, que destacaba que las actuaciones de la Policía
Nacional se pueden realizar de “dos formas”. Por un lado,
“si hay colaboración, de forma amable”. Por otro, si esa
colaboración no existe, “de forma menos amable o más
exigente se actuará; todo por la propia seguridad de los
porteadores”. El propósito es evitar que se registre otra
avalancha como la que provocó la muerte de una porteadora.
|