El diputado de la Coalición Caballas, Juan Luis Aróstegui
ha criticado la insolidaridad de los Presupuestos de la
Ciudad, al presentar los Presupuestos alternativos de esta
formación política que, finalmente, no han sido aceptados
por los votos en contra del Partido Popular que los criticó
por su poco rigor técnico. Durante el debate hubo fuerte
alusiones entre Juan Luis Aróstegui y Guillermo Martínez.
Para el primero “subyace una política de gastos perversa” y
para el segundo, los Presupuestos de Caballas no eran
viables, aunque alabó la buena voluntad en su presentación.
Juan Luis Aróstegui defendió sus Presupuestos alternativos
diciendo que “corrige la política de gasto público”, ya que
lo que había presentado el PP, para Aróstegui “es una
reproducción exacta de métodos y filosofía presupuestaria.
El concepto político se mantiene inalterable”, en referencia
al pasado ejercicio. Para Aróstegui, en esta ciudad el
tejido productivo se debilita y planteó una cuestión:
“¿Porqué el PP no reconoce el fracaso de su política
presupuestaria y la corrige?” Para Aróstegui, hay una cosa
que no ha variado. “Estos Presupuestos están hechos a medida
del PP. No tienen que ver con nuestros anhelos”.
En este contexto de crítica, el diputado de Caballas “lo que
subyace es una estructura de gastos perversa” y entiende que
“es una obligación cambiar de política presupuestaria, en
vez de política sectaria e injusta”.
Juan Luis Aróstegui señaló que Caballas quería ser leal con
los compromisos suscritos sobre reforma fiscal con el
Gobierno y calificó como “un paso en la buena dirección, por
lo que el capítulo de ingresos merecía su apoyo”. Sin
embargo matizó que era en el capítulo de gastos “donde hay
margen para el debate. El PP está secuestrando los fondos
públicos. Plantea los Presupuestos como malversación moral
de fondos públicos por no destinarlos al interés general”. Y
aludió a los 30 millones anuales que hay que descontar por
el pago de intereses bancarios y consideró que los
Presupuestos del PP estaban hechos desde la frialdad de los
despachos. “Representan -dijo-, a los políticos
profesionales y confeccionan los Presupuestos mirándose al
ombligo y a sus propios intereses”. Aconsejó que salieran de
los despachos y aseguró que “fuera hay sufrimientos a
borbotones, familias que no pueden comer, los hay que
ganaban 800 euros y ahora 500, pero ustedes no lo ven”, dijo
a los diputados del PP. “A ustedes -dijo-, los pobres les
estorban y les dan migajas. Solo piensan en primero ustedes,
después ustedes y siempre ustedes”, y advirtió que “hasta
para hacer caridad deben tener dignidad”.
Continuó diciendo que “los ceutíes no quieren políticos y
políticas inútiles. Nosotros queremos que estos Presupuestos
sean solidarios. Aludió el diputado de Caballas a lo que
eran las prioridades de su partido: empleo, donde pidió
arriesgarse y compromiso, instando a apostar para “recuperar
el pudor por el dinero de los ciudadanos” y aconsejó
prescindir de contratos innecesarios, abogando por una
partida de 10 millones de euros para el empleo inmediato,
“además de las minipartidas del PP”, dijo.
Como segunda prioridad, un Plan de Atención a las familias
sin recursos. “No se puede saldar con la recogida de
alimentos. Nosotros planteamos destinar un millón al IMIS y
crear una partida de 2 millones para familias necesitadas”.
Como tercera prioridad, Aróstegui apuntó la situación de la
Juventud en una región donde de cada tres jóvenes, dos están
en paro entre los menores de 30 años. Por ello, Caballas
plantea dos Planes de Empleo para jóvenes y recuperar el
Consejo de la Juventud.
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Entre el ejercicio de demagogia, la “compra de votos” y las
descalificaciones
Duro debate plenario entre el
diputado de Caballas y el portavoz del PP. Aróstegui, en su
línea de dar frases que suelen ser titulares, criticó con
expresiones duras al Gobierno y su portavoz no se mostró
remiso al acusarle. “Usted ha hecho aquí un ejercicio de
demagogia”. Entre planteamientos políticos y acusaciones
variopintas, lo cierto es que uno y otro, esgrimieron a
través de la palabra sus afiladas acusaciones. En las
guerras de cifras, también hubo espacio para imputaciones,
veladas acusaciones y ciertos chascarrillos, como los paseos
presidenciales “dando la mano” como un hecho no prioritario
con su carga de sarcasmo y no poca intencionalidad crítica
por parte de Aróstegui. Así se explica que el propio
presidente comentara al término del Pleno con sus allegados.
“Anda que Aróstegui nos ha puesto buenos”. Nada nuevo bajo
el sol, aunque bien es verdad que las palabras de Vivas se
pronunciaban entre sonrisas. Millones arriba y abajo,
planteamientos políticos, frases de todo signo y un bagaje
de crítica en un debate que duró cuatro horas con un breve
receso.
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