Es tiempo de Navidad, de felicitaciones, de cumplir con el
deber social de comunicarnos transmitiendo nuestros mejores
deseos para acabar bien este año que finaliza, el 2012 y
mostrar nuestros mejores augurios para el venidero, el 2013.
Las distintas fórmulas de comunicarnos, han ido variando a
través del tiempo, de tal manera que si bien antes, nuestros
padres y abuelos utilizaban tradicionalmente las tarjetas de
Navidad en las que plasmaban sus mejores deseos para
familiares y amigos, lo cierto es que en la actualidad, sólo
un 22% de la población recurre a este viejo y casi obsoleto
método de comunicación. Sin embargo, tampoco crean que, pese
a la fuerte implantación de las nuevas tecnologías, éstas
irrumpe con la fuerza prevista, ya que las redes sociales, a
través de Facebook y WhatsApp no llegan a superar al
teléfono, ya que son mayoría quienes hacen uso de este
aparato de comunicación para hacer llegar, mediante el
contacto personal, sus felicitaciones a sus conocidos y
allegados.
El fenómeno de la comunicación se desata en estos días,
provocando millones de interconexiones en cualquier lugar
del mundo. Ahora la empresa demoscópica TNS ha hecho un
estudio reciente donde destaca que a sólo un 29% le gusta
mucho la Navidad y que el teléfono mantiene su vigencia y no
será relegado por las redes sociales. En esta fecha en la
que se propugna la paz y felicidad por todos y en todos los
lugares, parece que hay una coincidencia generalizada, las
ciudades se convierten o tratan de hacerlo, en postales
navideñas, con luces y colores, con fluorescentes reclamando
atención y un sinfín de iluminación.
Un 79% de los usuarios, recurre al teléfono para felicitar
en Navidad. Un 49% utiliza los mensajes de texto para
hacerlo y otro 49% avanzan las redes sociales en este ámbito
de la comunicación vía elementos formales o tecnológicos,
llegando el Email al 42% de las preferencias, cayendo en
desuso la en otros tiempos, tarjeta de Navidad que queda
para felicitaciones institucionales. Sin embargo, como queda
dicho, es la voz, el motivo esencial de las felicitaciones
o, al menos, el sentir cercano al interlocutor, con la
posibilidad de intercambiar diálogos por encima de mensajes
de texto o uso del Internet.
En cuanto a las preferencias en la forma de regalos, en este
sentido prima con suficiente prioridad con un 62% los Reyes
Magos como destinatarios de los deseos de peticiones,
quedando para la figura del Papa Noel un 15% de interesados
en recibir la noche en la madrugada del 25 de diciembre.
El estudio mencionado demuestra que es muy revelador que
sólo el 29% de los consultados le gusta mucho la Navidad,
mientras que a un 25%, los mayores de 65 años, no les gusta
nada porque les traen recuerdos nostálgicos, rememoran la
pérdida de seres queridos que ya no están entre ellos y, en
definitiva, ven la Navidad con ojos de tristeza y
sentimientos nostálgicos.
Una prospección demoscópica que sondea los actuales usos y
costumbres de la población española en una época tan
significativa y en la que cada vez, entran más elementos en
juego.
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