Parezco el Guadiana ¿verdad?.
Unos días escribo como un loco, con embudo incluido –del
porqué del embudo tendremos que escribir algún día-, y otros
días me los paso mirando las musarañas… ¿por qué esta
actitud mía?
No lo sé ni yo mismo.
Tal vez sea por la influencia de la psicología analítica,
que nos acecha desde cada rincón de nuestro entorno.
Bueno, no le demos más vueltas.
El caso es que sigo aquí luchando diariamente por mantener
mi cuerpo, el físico, amarrado a la vida… el espiritual hace
tiempo que abandonó el continente.
Si quiere que les diga la verdad… no me ha sorprendido en
absoluto esa pretensión del Gobierno del Estado Español de
hacer pagar más y más los servicios de sanidad.
A todo el desaguisado, cocido en las cocinas de La Moncloa,
le han agregado la tarifa de transportes y del uso de las
ayudas técnicas para personas con problemas de circulación
en su cotidiana carrera de obstáculos por las aceras de las
calles y pasillos de los hospitales.
Pagar 5 euros por trasladarte en ambulancia, por cada
itinerario, hace pensar a uno si no estará socialmente
desacreditado aún cuando hasta la Botella se desplaza, para
sus compras corrientes o para la peluquería, en coche
oficial gratuitamente.
Unas ambulancias que hemos sufragados todos los españoles
con nuestros esfuerzos laborales, con pellizcos impositivos
a nuestros míseros sueldos… estamos en un país dirigido por
sádicos monetarios.
No digamos lo de las sillas de ruedas y demás complementos
que ofrecen un poco de libertad a los impedidos.
Pagar de 20 a 40 euros por usar una silla de ruedas en el
‘largo’ desplazamiento desde la entrada del hospital hasta
la consulta del médico correspondiente… me parece una
perogrullada malamente cocinada.
Suscribo por completo la intervención de mi cara amiga
Yolanda Palomo del Castillo, Secretaria de Administración
General del Estado de la FSP-GT y magnífica dibujante, en la
Jornada sobre Responsabilidad Social de las Administraciones
Públicas.
Personas como Yolanda son muy necesarias en el conjunto
dirigente del país.
Cambiando de tercio y de zona del país, pero dominada por
los peperos, vayamos hasta Melilla donde se han hecho la
ilusión de ver reforzadas las vallas que NO nos separan de
Marruecos.
Instalarán cámaras y un sistema de bloqueo de vehículos a
través de pivotes… ignoraba por completo que los inmigrantes
usen ahora vehículos para colarse por las mencionadas
vallas… ¡cómo avanzan en el tiempo!, las pateras ya quedan
anticuadas.
¿Tan invisible resulta ser un Citroën, pongamos por ejemplo?
¿A qué juega el ministro de Interior acometiendo esta
supuesta mejora?
Una gracia es que instalaran cámaras de TV con un alcance
mucho mayor que las actuales… ¿los guardias civiles,
vigilantes de la frontera, estarán perfectamente preparados
para jornadas maratonianas? ¿Tendrán suficientes fuerzas
para salir corriendo tras inmigrantes colados a tal
distancia?
La otra gracia es que dichas cámaras tendrán un dispositivo
para el reconocimiento de matrículas…, ¿tantos coches se
cuelan por las vallas? ¡Qué horror de vigilancia!
Espero que esto no se les ocurra a los mandamases ceutíes y
por el contrario extremen la vigilancia de manera eficaz…
aunque Ceuta no es como Melilla, donde el frente es mucho
más amplio, y no cuenta con un embalse difícil de cruzar ni
con fortines de un tal Desnarigado.
En fin, la vida sigue y yo también, de momento.
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