El Ceuta acabará el año sin saber lo que es ganar a
domicilio a pesar de que ayer volvió a hacer todo lo que
tenía que hacer para regresar de Pozoblanco con la victoria.
El conjunto caballa controló el juego, impidió que su rival
se acercase apenas con peligro sobre la portería de Garrido
y contó con suficiente número de ocasiones no sólo para
ganar, sino para regresar de tierras cordobesas con una
goleada. Pero la fortuna volvió a darle la espalda a los
ceutíes, que a pesar de que lo intentaron de todos los
ángulos no pudieron darle la vuelta al 1-0 conseguido por
Alberto en el 25’. Randy, a falta de cuatro minutos para el
final del primer tiempo, consiguió el 1-1 definitivo de
penalti.
El Ceuta era consciente de lo que se jugaba en el Municipal
de Pozoblanco y desde el primer minuto de juego se fue al
ataque en busca de la victoria. El conjunto caballa llevaba
la iniciativa, y en los primeros compases protagonizó dos
jugadas de peligro tras las que reclamó un mayor castigo
frente al cuadro vallesano. La primera, en un mal control de
Soto que llegó a tocar el balón con la mano dentro del área,
aunque el colegiado señaló la falta en la frontal, mientras
que pocos minutos después Manu Estepa tuvo que haber visto
la roja al derribar a Pineda cuando encaraba solo la
portería rival, aunque Munuera Montero le mostró la
amarilla.
El Pozoblanco apenas llegaba a la línea de tres cuartos de
campo, mientras que el Ceuta continuaba con su acoso sobre
la portería rival con un peligroso disparo de Villatoro que
se marchó cerca del poste. A pesar de ello, fue el conjunto
cordobés el que se adelantó en el marcador en el 25’ con una
falta bien ejecutada por Alberto Fernández que se coló a
través de la barrera y con la que batió a Garrido que,
dificultado por las malas condiciones del terreno de juego,
no pudo evitar el 1-0. Pepe Martínez, también de falta
directa, rondó el empate poco después, aunque terminó siendo
Randy el que, en el 41’, consiguió el 1-1 al transformar con
tranquilidad un penalti de Guille sobre Pineda.
El gol psicológico permitió al conjunto caballa regresar al
terreno de juego tras el descanso con mayor intensidad. El
Pozoblanco, que parecía estar a merced de los ceutíes,
apenas podía frenar las embestidas del conjunto caballa,
algo que estuvo a punto de suponer una nueva pena máxima
para el Ceuta. Sin embargo, en esta ocasión Villatoro apostó
por la deportividad y tras ser alcanzado por un defensor
dentro del área cordobesa continuó con la jugada. El dominio
del juego del equipo de Álvaro Pérez obligó al técnico
cordobés a realizar varios cambios para intentar dar
frescura al Pozoblanco. A pesar de ello, volvió a ser el
Ceuta el que intentó adelantarse en el marcador con un
potente disparo de Perita que a punto estuvo de convertirse
en el segundo para el cuadro caballa.
El colegiado, mientras tanto, desesperaba a los ceutíes con
sus decisiones arbitrales. Y es que, tanto Charaf como Lara
tendrían que haber abandonado el terreno de juego por sendas
entradas muy duras por detrás, aunque sólo vieron la
amarilla. A falta de cinco minutos para el final el meta
cordobés se convirtió en decisivo al sacar un gran mano para
evitar el tanto de Ismael, mientras que Jorge, en la última
del partido, no pudo ante la defensa, que salvó el 1-1
definitivo.
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