No me lo digan, ya sé que el
titular es un tanto exótico pero tiene su aquello, ya verán
y además a este escribano del limes le encanta la
horticultura (no vean lo que echo de menos mi cuidado
invernadero allá en el refugio norteño) o sea que, entre col
y col, lechuga. Ayer sábado la villa de Buznika vestía un
día primaveral, con la fértil campiña verde gracias a las
recientes lluvias, un limpio cielo azul y el sol brillando
en lo alto. Los más de dos mil congresistas de la USFP,
encerrados en las amplias y ajardinadas instalaciones del
Complejo Moulay Rachid de la Juventud y de la Infancia, se
aprestan por la tarde a votar en la primera vuelta (ésta es
una de las novedades del congreso) al Primer secretario del
partido y a los 150 miembros del Comité de Administración
repartidos en dos listas, la territorial y la nacional de
donde saldrán a su vez los entre 19 y 33 miembros (estos
chicos aun no lo tienen claro) de su Oficina Política, el
“bureau” ejecutivo para entendernos. ¿Asistencia
española...? Pues si, el viernes estuvo en la inauguración
(lamento no haberle saludado, pero no tengo el don de la
ubicuidad y el funeral del jeque Yasin me “comió” casi todo
el día) el director de Relaciones Internacionales y
responsable del diálogo Norte-Sur del Partido Socialista
Obrero Español (PSOE), José Antonio Espejo, quien en su
protocolaria intervención habría destacado el compromiso de
la Unión Socialista de Fuerzas Populares (USFP) “para
consolidad el proceso de construcción de un Marruecos
moderno y democrático, que tanto interesa a España”.
Con independencia de quienes salgan electos (largando esta
columna están en pleno proceso), se respira un movimiento
estratégico de calado: asistimos primero al entierro de la
moribunda Kutla (Bloque Democrático), herida de muerte con
la puñalada trapera dada a la USFP por los nacionalistas del
Istiqlal (Independencia) y los ex comunistas del PPS
(Partido Popular Socialista), formando el pasado enero
gobierno con los islamistas parlamentarios del PJD (Partido
de la Justicia y el Desarrollo). “La Kutla está bien muerta
y asistimos al nacimiento de nuevas alianzas ideológicas”,
me señala compartiendo bajo una gran carpa blanca la mesa
(de menú ensalada, tallín de pescado y fruta variada,
panecillo y “má misiana”, Sidi Alí o Ouelmes), un joven
ingeniero de fasi, Reduan El Mousgui. A la vez, se perfila
“un nuevo proyecto de izquierda, incluyente, una alianza
ideológica entre los partidos marroquíes que comparten ideas
sociales y de progreso”, comenta retomando la idea y tomando
un cafelito (ese era de pago, 6 dirhams en el bareto del
complejo) Adnan Debbagh, miembro del Consejo Nacional. ¿La
crisis de la USFP...? Jawad Chafik, otro miembro del mismo,
me asegura convencido que “Vamos a salir de ella, la USFP
está paralizada desde hace cuatro años pero vamos a empezar
a movernos en serio y mantener la unidad, eso es lo
importante para el partido: renovación y una nueva
organización”.
Retomando el hilo del principio, la verdad es que mi querido
Rabat siempre da para mucho. Así y sobre la marcha me han
llegado frescas noticias sobre el brazo amputado y ro-ba-do
(un robo es un robo, en España o en Marruecos) en Melilla a
la estatua de Pedro de Estopiñán y les cuento, invitando al
presidente Imbroda a que inquiera de nuestro embajador en
Rabat, Pedro Navarro, los detalles oportunos porque supongo
que la diplomacia española algo sabrá más sobre el asunto y
algo tendría que decir sobre el mismo, digo. ¿O acaso vamos
a poner la otra mejilla, para que otro día le rompan y roben
a Don Pedro una pierna? El caso es que estos días el senador
de Su Majestad, Yahya Yahya, ha dirigido una atrevida carta
al ministro de Cultura del gobierno Benkirán sugiriendo al
mismo facilitarle el expoliado brazo de Don Pedro, para que
éste sea incluido, a modo de un peculiar trofeo de guerra,
en los fondos de cualquier museo marroquí, ¿el de
Arqueología por ejemplo, Yahya?. Hay más, sigan leyendo:
posteriormente a la carta y previa audiencia parece que el
titular de Cultura, Mohamed Amine Sbihi (PPS), recibió el
pasado lunes 10 de diciembre a estos dos prendas (y
delincuentes, no por reivindicar “Sebta” y “Melilia”, eso lo
asumo y hasta entiendo, sino por atentar contra el
patrimonio histórico-artístico y expoliarlo), el senador
Yahya Yahya y su “jefe de operaciones”, Saïd Chrami (hasta
me han enseñado una foto del ministro entre ambos),
prometiéndoles que su departamento les remitiría una
respuesta oficial sobre la propuesta “en unos diez días” me
comentan. Ya digo, esto hay que frenarlo en seco. Y si hace
falta llamar a consultas a Madrid al embajador Navarro, qué
carallo. ¿Qué no es para tanto...? De aquellos polvos
vinieron estos lodos. Miren, sé cómo está el patio y sé de
lo que escribo. Y se están carcajeando de nosotros. La risa
es sana y terapéutica, pero si alguien en Marruecos quiere
de verdad reírse le invito a viajar a Estocolmo, para que se
destornille de risa. O a Dublín, digo. Y abrigaditos que
hace frío. Solo nos respetarán cuando nos hagamos respetar,
empezando por nosotros mismos. Visto.
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