Es un término que me agrada y sus
instituciones siempre van a ser respetadas por mí, aunque
también apoyaría que el Senado pasara a mejor vida.
La desaparición del Senado que poca utilidad da a mi país,
que sigue siendo España, quitaría el pesebre, aquí en Ceuta,
a uno de los dos que hay y muy concretamente a ese que lleva
de pesebre en pesebre, desde el año de Maricastaña, con lo
que, desde tiempo inmemorial dejó la tiza y no ha querido
saber más de lo que era y es la enseñanza en las aulas.
Está claro que uno de nuestros senadores, a quien yo no voté
y sigo siendo del PP, se ha pasado una buena parte de su
vida metiendo la cabeza en puestos de “a dedo” y no
comprende que otros, por supuesto, con más formación que él
y con un puesto administrativo superior al suyo no queramos,
ni hayamos querido nunca ser el comparsa de los políticos de
turno, para lograr un carguito.
Hace un par de semanas yo respondía a una persona que, de
vez en cuando escribe, y la decía que jamás tras unas
elecciones me había planteado ir a los ganadores para
preguntar:”¿Qué hay de lo mío?. Y no he ido, señor Sastre,
porque me encuentro muy a gusto en mi cátedra, porque llegué
a la enseñanza por vocación y porque esos cargos del dedo
sólo se quedan para los inútiles, plumíferos o chupatintas,
que no saben para lo que sirven o porque no sirven para
nada.
Y he citado al señor Sastre, porque hace muy pocos días
parece que se extrañaba de alguno de mis comentarios sobre
el PP, y cuando alguien le dijo:”Jesús Carretero está
afiliado al PP”, él, todo extrañado, respondió:” Pues será
que no le hayan dado algo que haya pedido”.
Señor Sastre, ni he pedido, ni voy a pedir nada a nadie y lo
malo que tiene el decir ciertas cosas, sin conocer al
personal, es que con eso te pueden tapar la boca, de una vez
para siempre.
Es más, para que sepa las pocas simpatías que usted me
aporta, hace ya unos cuantos años, con un delegado del
Gobierno en Ceuta, paisano y muy conocido mío, desde hace
más de 25 años, yo podía haber tenido alguno de esos
pesebres que, a buen seguro, usted no hubiera rechazado,
pero yo miré para la parte contraria, seguí en mi cátedra, y
con ello, mire por donde, salió usted beneficiado, porque de
haber aceptado algo así usted hubiera sido el primero de los
fulminados de un cargo que había ostentado con el PSOE, con
el PP, y de nuevo con el PSOE.
La edad, a usted, y a mí ya no nos va a permitir demasiadas
alegrías, yo saldré de aquí, ya tengo la edad, con la
jubilación a cuestas, podría haberlo hecho antes y usted
seguirá el mismo camino, con la particularidad de que ahora
como luego yo sigo pagando el avión, cada vez que vuelo de
Málaga a Madrid o a la inversa, y usted cuando deje esa
prebenda que tiene lo tendrá que pagar también, mientras
ahora vuela gratis.
¡¡Ah!! Y para que no tenga usted ninguna duda sobre
cualquier petición mía, al presidente de la Ciudad, desde
que lo es, no lo visité más que una vez, en su despacho,
hace una docena de años, mientras que cuando era un
funcionario de a pie, visité muchas veces su lugar de
trabajo. Al delegado del Gobierno, mi paisano, otra vez,
únicamente otra, lo vi en su despacho, recién llegado a
Ceuta, cuando escasamente llevaba dos meses aquí. A los
demás delegados del Gobierno o alcaldes no los he visitado
jamás.
El senador Sastre, que en el Senado corta poca tela, pero
que no da puntada sin hilo, debo decirle que en este caso se
ha confundido de piso y que sigo siendo afiliado al PP, que
pago cuando me pasan el recibo, pero a donde nunca fui a
pedir nada, porque nada necesito de la política, ni de los
que la tienen como profesión. Creo que se habrá enterado el
senador y caballero Sastre. Por cierto que no diré jamás
quien me pasó el contenido de sus palabras, pero si donde
usted las dijo había personas de la prensa, dedúzcalo usted
por sí mismo.
A pesar de todo, Feliz Navidad y que el PP tenga la
vergüenza torera de ir aparcando el Senado, con lo que nos
quitaríamos muchos gastos, entre otros el sueldo del senador
Sastre.
|