sucesos - SÁBADO, 15 DE DICIEMBRE DE 2012

CEUTA
Ramiro T.
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Pedro Gordillo recibió el pasado jueves las conclusiones definitivas de la Fiscalía (una mujer, precisamente) que no encontraba delito y solicitaba el sobreseimiento de las actuaciones seguidas contra quien fuera vicepresidente del Gobierno de Juan Vivas, presidente del PP y consejero de Presidencia.

Gordillo había sido denunciado por una mujer por presunto abuso sexual a cambio de contraprestaciones de tipo laboral, hecho éste que La Fiscalía no ha estimado a tenor de las pruebas aportadas y de los testimonios recogidos de quienes conocieron el asunto. En este “caso”, si importantes han sido las pruebas periciales de los declarantes en el proceso, tanto o más ha representado el testimonio psicológico aportada por el forense.

El escrito de la Fiscalía remitido al Juzgado de Instrucción número 1 de Ceuta, basa su petición de sobreseimiento en la jurisprudencia sentada por el Tribunal Supremo, recogida por una Sentencia de la Audiencia Provincial de Pontevedra de fecha 11 de junio de 2008. La Fiscal entiende que en el caso del exvicepresidente del Gobierno de Ceuta, consejero de Presidencia y presidente del Partido Popular, no existió “solicitud sexual alguna por parte del imputado hacia la denunciante, ya que se trata de actos consentidos entre personas adultas, sin duda alguna, dichos encuentros sexuales pero sin previa solicitud por parte del imputado”.

La evidencia que se aprecia, por parte de la fiscal es que ni hubo abuso sexual ni trato de favor por los hechos ocurridos en 2009 que costaron los diferentes cargos que ostentaba Pedro Gordilllo, tras ser imputado. Por ello, no se contempla por parte de la fiscal requisitos de tipo penal en esos encuentros ocurridos en 2009 en el despacho de Pedro Gordillo y grabados en video, aunque se hubieran producido mediante solicitiud sexual del imputado, tampoco entiende la Fiscalía que resulte acreditada la capacidad de Pedro Gordillo de influir en el acceso de la mujer a un puesto de trabajo del Ayuntamiento ni en la adjudicación de vivienda pretendida por la denunciante, ya que si Gordillo podía por bajas o sustituciones contratar trabajadores temporales, ninguno de ellos era la denunciante, como tampoco formó parte Gordillo de ningún tribunal de oposiciones durante el tiempo que duró la relación como tampoco le competía la adjudicación de viviendas.
 

Un político que fue declarado presunto culpable

En Derecho muchas veces se habla de la presunción de inocencia, aunque la sociedad, en muchas otras ocasiones, cambia las tornas. Eso es lo que ha ocurrido con Pedro Gordillo, a quien fueron muchos los que le “orquestaron” una campaña mediática de desprestigio y lapidación personal, cuando aún no se conocía el desarrollo de unos acontecimientos que ahora le resultan favorables, cuando una fiscal (mujer) se pronuncia solicitando el sobreseimiento de las actuaciones que se siguen contra el ex-vicepresidente y consejero de Presidencia del gobierno de Juan Vivas, además de presidente del Partido Popular.

Lo único, verdadaramente claro es que, pese a la campaña mediática negativa en su contra, el verdadero transfondo era “cargarse” a un político que algunos estimaban que había contado con demasiado poder. El denominado “efecto cainista” prospero y, por una cuestión de “bragueta”, algo que sus oponentes tildaron como una bajeza de baja estofa, le llevó a dimitir de todas sus responsabilidades políticas.

Con el paso del tiempo, juez inexorable que deja a cada uno en su sitio, cabe preguntarse: ¿Y ahora, qué? ¿Quien restituye el daño moral ocasionado a un hombre que ha sido vilipendiado en algunos medios hasta la saci1edad, cuando una mujer fiscal, le exonera de cualquier delito penal de los que se le imputaban: ni trato de favor, ni abuso sexual ni trabajo a cambio de sexo. Al “ogro” Gordillo lo han convertido en víctima tres años después.