La posición del testigo que asegura haber visto a un
motorista entrar a la tienda del hermano del Vasco y
escuchar cómo disparaba ha resultado clave en el proceso. La
quinta y última sesión del juicio contra el hermano de ‘Tafa
Sodia’ y el ‘Grana’ como presuntos autores del tiroteo a
Abdelmalik A.S. estuvo protagonizada por un careo entre el
agente que le tomó declaración al testigo y este. El
objetivo era aclarar dónde se encontraba para saber si tenía
visibilidad y por tanto otorgar veracidad a su relato. Ambos
llegaron a la conclusión de que el testigo estaba en la
esquina, a dos metros de la calle, pero no en el interior
del callejón.
El lugar exacto en el que se encontraba el único testigo
presencial de los disparos al hermano del ‘Vasco’ fue ayer
la clave de la quinta y última sesión del juicio contra
Abdelkader A.A. y Hanuar M.A. como presuntos autores del
tiroteo. Fiscalía y acusación solicitaron el jueves la
comparecencia del jefe de la Brigada de Policía Judicial que
tomó declaración a este testigo, esencial en este caso. El
agente, que se encontraba fuera de la península, viajó ayer
hasta Ceuta para aclarar cómo se tomó testimonio a este
hombre que se encontraba en el callejón de la calle Sur y
que dijo ver cómo un motorista aparcó frente a la tienda
para entrar y disparar a Abdelmalik A.S., hermano del famoso
carnicero del Príncipe.
El jefe de la Brigada explicó que el testigo, R.A.H., acudió
en noviembre voluntariamente a la comisaría y que durante su
declaración vieron cosas que les parecieron extrañas.
“Describió a la persona de forma muy minuciosa y la estatura
de forma asombrosa”, señaló el agente que cuestionó en más
de una ocasión la veracidad de las palabras del testigo.
Precisamente por esta desconfianza, durante la declaración,
los agentes realizaron un croquis sobre la situación en la
que se encontraría este hombre en el momento del tiroteo
para averiguar si era posible que lo presenciara. El testigo
completó este boceto escribiendo las leyendas de los puntos
donde el se encontraba o donde se produjo el tiroteo para
evitar que se pudiera alegar que estaba manipulado y así lo
trasladó el jefe de Brigada.
En este croquis, el testigo se encontraba a dos metros de la
esquina y los agentes lo situaron en el interior del
callejón, en unas escaleras desde las no se divisa la tienda
de la víctima. Esta es una de las hipótesis que barajó la
Policía y que ayer la letrada de Abdelkader puso en
entredicho al leer la declaración en la que R.A.H. aseguraba
que estaba sentado en la acera, a dos metros de la
carretera, de la que lo separaba sólo la acera. Y es que, la
hipótesis de la Policía dista mucho de la versión que el
vecino del Príncipe ofreció al tribunal tanto en la sala de
la Audiencia Provincial como durante la reconstrucción que
tuvo lugar el pasado miércoles en la calle San Daniel.
Para despejar todas las dudas, el tribunal, presidido por
Jesús Carlos Bastardés, decidió llevar a cabo un careo entre
el entonces Jefe de la Brigada de Policía Judicial y el
testigo, que ha mantenido haber visto al pistolero llegar en
una moto Yamaha sin matrícula. Los dos se situaron frente al
croquis objeto de debate y R.A.H. explicó que los dos metros
de distancia que se reflejan se trata de la acera que lo
separaba de la carretera, y que él se encontraba sentado en
el suelo. El agente no discutió este punto y dijo que es
factible, ya que en el informe se habla de dos posibilidades
y que en el momento en el que se realizó el dibujo no
conocía la zona. Así, se dejó patente que el testigo se
encontraba en un lugar desde el que pudo divisar al
motorista. Mientras, sobre si vio que el ciclomotor no
llevaba matrícula antes o después del incidente, el testigo
aseguró en el careo que este detalle lo percibió después del
tiroteo cuando la moto pasó frente a él, y no antes como así
lo manifestó el agente para poner en duda su declaración.
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La acusación pide ocho años de prisión por homicidio en
grado de tentativa y dos por tenencia ilícita de armas
El Ministerio Fiscal y la
acusación particular han solicitado para los dos imputados
en el tiroteo contra el hermano del ‘Vasco’ ocho años de
prisión por homicidio en grado de tentativa con el agravante
de abuso de superioridad, y otros dos años de cárcel por
tenencia ilícita de armas. Además, ambas acusaciones han
pedido que se prohiba residir en Ceuta a los dos acusados
durante diez años después de cumplir la condena de privación
de libertad. Por último, se exige el pago de una
indemnización de 244.017 euros a la víctima por los daños
sufridos. Mientras, las defensas exigen la puesta en
libertad de los dos acusados, al entender que durante el
juicio no han quedado acreditados los hechos que se le
imputan. Ayer, el juicio quedó visto para sentencia después
de cinco sesiones en las que además de escuchar los
testimonios de los implicados y los agentes que llevaron la
investigación, se ha hecho una reconstrucción de los hechos
en la barriada del Príncipe. Los vecinos se convirtieron el
miércoles en los protagonistas de la reconstrucción y
reclamaron a gritos libertad para los dos imputados.
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