El Gobierno de Melilla anunció durante el transcurso de la
jornada de ayer miércoles que dará una mayor flexibilidad en
el nivel de protección de los edificios catalogados en el
nuevo Plan Especial del Recinto Histórico Racionalista y
Modernista de la ciudad, a fin de garantizar la conservación
del mayor número posible de ellos.
Según ha informado el consejero de Fomento, Miguel Marín, la
Ciudad Autónoma se encuentra en estos momentos inmersa en la
elaboración del citado Plan Especial, que está siendo
sometido actualmente al debate con los distintos grupos
parlamentarios de la oposición y cuyo objetivo es el de
articular los mecanismos para mantener el rico patrimonio
arquitectónico de la ciudad.
En dicho Plan, ha explicado, se incluye un total de 472
edificios catalogados con distintos niveles de protección,
tanto integral, como parcial, estructural o ambiental. Unos
niveles de protección que, en algunos casos, ha impedido a
los propietarios llevar a cabo su rehabilitación como
consecuencia del elevado coste, lo que ha conducido a la
pérdida final de algunos edificios de interés.
Para evitar que esto siga sucediendo, ha explicado Marín, el
Gobierno de Melilla ha decidido dotar de una mayor
flexibilidad a esos niveles de protección para permitir la
conservación del mayor número de edificios posibles.
“Queremos dar mayor dosis de pragmatismo a la situación del
centro histórico, hacer más viables los edificios desde el
punto de vista económico y arquitectónico, y facilitar la
rehabilitación”, ha señalado Marín.
El asunto, ha dicho, deberá ser consensuado con los grupos
de la oposición, con quienes Marín tiene previsto reunirse
el próximo jueves en Comisión.
Por otra parte, el consejero de Fomento ha confirmado que el
Plan Especial del Recinto Histórico Racionalista y
Modernista de la ciudad incluirá en su normativa un artículo
que obligue a los edificios a soterrar el cableado externo,
de tal manera que éste sea retirado de las fachadas.
Marín ha reconocido que son muchos los casos de edificios
que, a pesar de haber sido sometidos a rehabilitaciones y
reformas, muestran en sus fachadas gran cantidad de cables
que les da una mala imagen y desluce el trabajo llevado a
cabo y la belleza real del inmueble.
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