Hoy celebramos la IV Edición de los Premios de Cultura
Gitana, en un marco especial porque la ocasión es espacial,
conmemoramos el 40 aniversario del histórico Congreso de
Londres.
Durante la II Guerra Mundial murieron más de 500.000 gitanos
y gitanas, fueron asesinados, masacrados, gaseados en los
campos de concentración alemanes de Auschwitz , Treblinka,
Belzec, Dachau…) permanecimos desorientados durante 20 años
pero gracias al esfuerzo de uno de los gitanos con más
carisma que ha habido nuca, Yull Brynner, convocó el I
Congreso Mundial de Gitanos que estableció unos resultados
contundentes, en primer lugar: Los gitanos no íbamos a
tolerar nunca más que humillaran nuestra historia, porque
nuestra historia es la historia de un pueblo que ha sido
gaviota de paso pero que ha intentado ser leal con cada uno
de los estados que ha pisado, hemos puesto brillo en las
ciudades y hemos puesto flores en los caminos.
En segundo lugar se aprobó la bandera gitana, con dos
franjas horizontales, azul como el azul del cielo y la otra
verde como la hierba de los campos, con una rueda de carro
de 16 radios, también se aprobó el Gelem-Gelem, el Himno
Internacional del Pueblo Gitano que les invito a conocer su
traducción, esta basado en los padecimientos de la II Guerra
Mundial y habla de: … que será de mis niños, que yo también
tuve una familia que fue asesinada por la Legión Negra y que
mis ojos negros también llegaran al cielo y Dios nos abrirá
las puertas.
Quienes idearon el Congreso de Londres situaban el s. XXI
como el siglo de los gitanos. Quiero dejaros con una frase
que resume todo mis pensamientos:
“El limite de nuestra libertad está en el futuro de nuestro
pensamiento”
* Resumen de la intervención de Diego Jiménez, Director
Instituto Cultura Gitana
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