El sindicato CSI-F, tras el estudio del último anteproyecto
de la Ley Orgánica par la Mejora de la Calidad en la
Educación (LOMCE), ha emitido un comunicado de prensa en el
que manifiesta su rechazo frontal hacia la misma y hacia el
hecho de que dependa, “además de la improvisación”, de los
enfrentamientos políticos y “la cuotas de poder” de
“determinadas” Comunidades Autónomas. Según afirman, la
Educación es protagonista estas semanas en los medios de
comunicación “no porque el anteproyecto LOMCE presente
soluciones a las elevadas tasas de fracaso y abandono
escolar prematuro”, sino porque los responsables del
Gobierno Central y sus homólogos autonómicos “han abierto un
nuevo frente político-territorial” que centra el debate en
la lengua catalana o la castellana. Estas confrontaciones
dejan en segundo plano a su entender, la mejora de la
calidad de la Educación de todo el Estado. CSI-F ha
manifestado su indignación por el comportamiento de los
gobernantes y su proyecto de ley que sigue contando con el
rechazo de la mayoría de la comunidad educativa.
El sindicato denuncia que no ha habido debate ni
participación suficiente para el borrador, no dispone de una
memoria económica que asegure su correcta implantación. “No
vemos que se apueste de modo decidido por la enseñanza
pública”, denuncian. El sector de enseñanza del sindicato
pide que se utilice una mesa sectorial docente como
interlocutor válido para negociar la ley y estima que la
enseñanza pública es la única que garantiza “la cohesión
social y la igualdad de oportunidades”.
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