La Comunidad Israelita de Ceuta celebró ayer, por primera
vez en la historia local, el encendido público de Januká,
festividad dedicada al milagro de la luz, un rito que los
judíos llevan celebrando “en la intimidad” desde hace dos
mil años, según explicaron. Al acto acudieron personalidades
de la adminsitración local, así como civiles de todos los
ámbitos, en una muestra de respeto y convivencia.
Los nueve brazos de la inmensa Januká colocada en el centro
de la Plaza de los Reyes en la tarde de ayer, recibieron uno
a uno la luz que fueron encendiendo los invitados a
participar del primer encendido público de una Januká en
Ceuta, un acto histórico que contó con la colaboración de la
Fundación Premio Convivencia para su organización.
Aunque esta tradición milenaria se ha celebrado siempre “en
la intimidad”, el sencillo evento protagonizado por los
israelitas, en el que estaban representados miembros de las
cinco culturas de Ceuta (cristiana, musulmana, hebrea, hindú
y romaní) tiñó el centro de la ciudad de un cálido ambiente
de convivencia y curiosidad por las otras culturas.
“Esta es en una de las festividades más alegres de nuestro
calendario judío”, explicó el portavoz de la comunidad
israelita, Jacob Hachuel, quien apuntó a la luz y los niños
como los protagonista de la jornada. “Estamos en días en los
que la luz va abrirse paso y va a imperar sobre la penumbra
del odio, el egoísmo y la falta de amor y respeto por los
demás, días donde la luz que irradia desde lo más alto
ilumina el camino de la humildad, el respeto, el amor por el
prójimo y el ‘Shalom’, paz”.
El contexto de crisis “económica, moral y humana” no se
olvidaron entre las palabras de Hachuel, que explicó el
simbolismo de la luz sinónimo como milagro, cuyo ejemplo es
la Januká. Su historia y significado fue explicada a los
presentes mediante la lectura de un texto, a través de la
voz de varios niños.
Tras el encendido de la Janucá, que corrió a cargo del
Rabino de la comunidad, Rab Joseph Benzaquen, seguido del
presidente de la ciudad autónoma, Juan Vivas, la presidenta
de la Fundación Premio Convivencia, Mabel Deu y un
representante de la Delegación del Gobierno, además de niños
de todas las culturas ceutíes, los presentes pudieron
disfrutar de chocolate caliente y buñuelos por cortesía de
la comunidad israelita.
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