Los miembros del Consejo Económico y Social de Ceuta se
reunieron ayer por última vez antes de que desaparezca este
órgano, que se creó en 1996 con carácter consultivo y que
desaparece como medida de ahorro. Su presidente, Basilio
Fernández, lamenta la pérdida y asegura que tanto Procesa
como la Mesa por la Economía, que asumirán las labores de
este consejo, no podrán garantizar la independencia de la
que ha hecho gala el CES. Fernández se mostró ayer
satisfecho con el trabajo realizado desde que se puso al
frente del organismo en el año 2000 antes de la última
sesión plenaria del consejo.
Punto y final. El Consejo Económico y Social de Ceuta (CES)
celebró ayer el último pleno ordinario después de que la
Ciudad Autónoma haya decidido suprimir este órgano como
medida de ahorro. A las 13.00 horas, todos los consejeros
estaban convocados a esta cita en la que se aprobaron la
Memoria Económica de 2011 o el Inventario de 2012, entre
otros puntos. Antes de entrar, los miembros del consejo
comentaban su asombro por la decisión del Ejecutivo local
así como porque no se les haya comunicado de forma oficial
la disolución de este órgano, que se creó en 1996.
Para el presidente del CES, Basilio Fernández, se cierra una
etapa importante, pero se mostró satisfecho con el trabajo
realizado desde que se puso al frente del organismo en el
año 2000. “Hemos hecho un trabajo útil, que ha estado
centrado en el interés general para intentar recomendar
aquello que desde la posición común de los 18 consejeros que
componen el CES se ha creído importante para el desarrollo
económico”, señaló Fernández para defender la independencia
con la que ha actuado el organismo que se creo como foro de
consulta en temas económicos. “Cuando los consejeros
entraban aquí dejaban sus intereses particulares y veían que
podían aportar para que el desarrollo económico fuera
mejor”, puntualizó el presidente de este organismo donde
están represandos tanto el Gobierno local como el central,
los sindicatos, empresarios y asociaciones de diversos
ámbitos.
Los únicos que no tienen voz en este foro son los partidos
políticos que hace años dejaron de estar en el pleno.
“Quizás eso sea el principio de la enfermedad que ha
terminado con el CES”, aseveró Fernández que no comparte las
alternativas propuestas por la Ciudad Autónoma para
sustituir la labor del consejo. Por un lado esta Procesa,
que se encargará de hacer una memoria económica y las
recomendaciones a los presupuestos locales. “Procesa es un
organismo administrativo, está bajo el control de la Ciudad,
mientras que el CES estaba representado por sindicatos,
empresarios, amas de casa, la Autoridad Portuaria... es
decir, las opiniones no estaban elaboradas por subordinados
directos al Ejecutivo autonómico”, matizó Fernández para
cuestionar cómo puede Procesa recomendar que se reestructure
la propia sociedad, que se adelgace el volumen de las
empresas públicas, o que se racionalicen sus empleados. “Eso
es impensable”.
Un foro neutral
Mientras, la Ciudad ha dicho que la Mesa por la Economía
será el órgano consultivo al que llevarán propuestas por el
desarrollo económico. Sin embargo, este ámbito tampoco es
neutral para Fernández. “Los miembros de la Mesa por la
Economía representan y defienden intereses, legítimos, pero
de partidos políticos”, señaló.
Antes de que comenzara este último pleno, Fernández quiso
recordar que el CES ha hecho “muchísimas aportaciones”. “Eso
es lo que al final va a quedar”, aseguró para añadir que los
documentos publicados por este organismo son consultados de
forma frecuente en su página web donde quedará el trabajo
del consejo.
Entre los puntos que se aprobaron en el último pleno
ordinario se encontraba el del inventario de la entidad del
año 2012. En él, Fernández quiso destacar que se deja a la
Ciudad Autónoma un “patrimonio importante”. “Hemos
amortizado la inversión que se ha realizado en el CES y con
lo que se va a devolver se ve compensada”, señaló el
presidente, que recibió el apoyo unánime de los consejeros
en esta sesión.
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