Las familias ceutíes ya vienen adquiriendo, desde hace
varios meses, los regalos de Reyes en forma de juguetes para
sus hijos. Es un síntoma que se repite año tras año, con o
sin paga “extra” de Navidad, pese a los recortes y a la
crisis económica. Hemos acudido a las tiendas especializadas
y nos han informado que el público no se ha retraído para
adquirir los juguetes para sus hijos. Un ritual que acompaña
a la ilusión de la mágica noche de Reyes y que provoca un
despertar de sorpresa a tantos niños. De momento, ya es
positivo que la recesión no afecte a la compra de juguetes.
Las estanterías están llenas de juguetes y los escaparates
colmados de ofertas. Es una manera de atraerse a la
clientela en época de vacas flacas. De hecho, los
descuentos, en algunos casos alcanzan el 70% que ya es
decir. Los juguetes tradicionales son ajenos a la crisis y
mantienen su “tirón”. Los hay de todas clases y precios.
Desde 10 euros se pueden adquirir cualquiera de ellos y en
algunos casos, hasta se financian como es en la adquisición
de bicicletas que, sin coste añadido, en algunas tiendas
para facilitar su venta.
La realidad es que el amplio bagaje de muñecas en todas sus
modalidades, juegos de todo tipo para niños pequeños y
muñecos en sus múltiples variedades, aún conforman el grueso
de la demanda y las ventas en una tradición que tiene mucho
de bien de consumo en una industria que, a causa de la
crisis, no se ha lanzado a prodigarse en grandes novedades
como otros años y sí, a facilitar la salida de mercancia de
de los establecimientos especializados, que tratando de
echarle imaginación al asunto, realizan ofertas interesantes
para el maltrecho bolsillo del consumidor. En los
expositores hay que todo y de todos los precios. Incluidos
juegos provocan el entretenimiento familiar. Así es el caso
de los que surgen de la televisión y, más especialmente, de
algunos de los programas más populares, como son los casos
de Sálvame o Pasapalabra.
En el caso de Sálvame, el programa que conduce José Javier
Vázquez con un elenco de colaboradores en las tardes de
Tele-5, a nivel de juguete-regalo se anuncia como “Juega con
el corazón” y a título de orientación, muestra en su
envoltorio una serie de preguntas para darnos una idea de lo
que nos espera en su interior. “¿Qué actriz fue considerada
durante muchos años la novia de América?”, “¿Qué popular
tonadillera fue llamada la viuda de España? “¿Que famosa
actriz inglesa llamada “la gata” se casó ocho veces?” y
“¿Qué torero es conocido como el de las mujeres?”
En cuanto al programa “Pasapalabra”, también tiene su
presencia entre los regalos de Reyes y por 20 euros, se
anuncia: “Juega con Crhistian Gálvez y consigue completar el
Rosco. Por 10 euros, hay otro juego televisivo: Quien quiere
ser millonario, igualmente con una serie de preguntas para
alcanzar el éxito.
En cuanto al gasto medio por familia, aunque es un asunto
que fluctúa según el número de hijos, parece que no menos de
500 euros se gastan los padres, llegando en algunos casos
hasta los 1.500 euros. En algunos casos, se dan
circunstancias especiales de quienes apartan los juguetes
después de la vuelta de vacaciones de verano y los van
pagando, a plazos, poco a poco, para no realizar un
desembolso muy elevado de golpe. Quiere decirse que se dan
todo tipo de facilidades para que el consumidor tenga
opciones de comprar juguetes y los establecimientos, la
posibilidad de dar salida a su mercancía que aglutina muchos
millones.
Lo cierto es que la tradición manda, que no desaparece con
el paso de los años la compra de la típica muñeca o la
bicicleta en todas sus modalidades, que se mantiene el juego
educativo y que el enorme espectro de precios, también abre
una posibilidad real de lo más variopinta para ser asequible
a todos los bolsillos. Por otra parte, no hay que olvidarse
que en este espectro del juguete-regalo re Reyes se abre una
nueva posibilidad en el ámbito del consumo: la tecnología. Y
en este contexto, irrumpe con fuerza la tablet digital con
una serie de aplicaciones muy útiles para quienes se
adentran en la tecnología doméstica y “obligan” a compras
que oscilan entre los 300 y loos 600 euros, por término
medio. Se trata de un verdadero “boom” que viene haciendo
las delicias de sus usuarios.
En este ámbito llegamos a la conclusión de que la crisis
económica y los recortes, no van a impedir a los Reyes Magos
que, como otros años, colmen de alegría a sus receptores.
El consumo en este aspecto no parece que vaya a descender
demasiado porque el ciudadano se resiste a renunciar a una
tradición que, pese a las medidas de austeridad, no pueden
cercenar la ilusión de tantísima gente. Se trata de una
especie de refugio ante el desalentador panorama de la
crisis económica. Una fórmula de resurgir de tanta depresión
anímica y económica. Así, a lo que parece, el mundo
ilusionante del juguete-regalo, no va a dejar de cumplir su
labor social ni a desalentar a tantísimas familias que
quieren un mínimo momento de alegría para resarcirse de las
malas previsiones económicas. Al menos, en este caso,
pobres, austeros pero con ilusión.
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