PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura
Melilla

Opinión
Archivo
  

 

 

OPINIÓN - LUNES, 10 DE DICIEMBRE DE 2012

 

OPINIÓN / EL OASIS

Casillas: actuación deplorable
 


Manolo De la Torre
manolodelatorre@elpueblodeceuta.com
 

Los grandes porteros se distinguen siempre por ser poderosos en el juego por alto. Lo que unido al buen manejo del balón con los pies, desde hace la tira de tiempo, les permite que sus compañeros tengan confianza absoluta en sus acciones.

Los porteros dominadores del área pequeña nunca se han cortado lo más mínimo en cundir el mensaje siguiente entre los suyos: “Ante cualquier duda enviad el balón por la línea de fondo. Porque yo me encargo de los saques desde la esquina que vengan a mi zona”.

A cualquier guardameta que hable así y cumpla luego con su deber, sus compañeros le profesan admiración y respeto. Ya que les hace sentirse seguros porque en ese cometido, salvo pifia de higos a brevas, el tipo será inexpugnable. Y qué decir si encima se atreve, cuando los espacios se lo permiten, a ir más allá de sus dominios para abortar los centros enviados desde los costados o los balones que llegan perpendiculares

Los grandes porteros tienen que manejar el partido cuando les toca jugar con los pies. Sus saques de puerta han de estar acordes con el momento por el cual pasa su equipo. Pues no es lo mismo estar dominado que ser dominador, jugar con diez jugadores contra once o viceversa, y, desde luego, saber orientar los saques al punto más débil del adversario. También sacar bien con las manos es técnica indispensable en los cancerberos.

Desde hace muchas temporadas, como madridista fetén que soy, estoy sufriendo lo indecible viendo jugar en el Madrid a un portero carente de todo lo reseñado. Y, sobre todo, a un auténtico desastre en los balones por alto: ya les lleguen desde los lados, ya sean frontales, ya procedan del cielo.

Un desastre que ha ido a más y que en Valladolid ha sido la gota que ha colmado el vaso de los despropósitos. Casillas ha vuelto a hacer bueno aquello que se decía, en los tiempos de Maricastaña -a mí Sabino que los arrollo-, que un córner es medio gol. Los dos marcados por Manucho dan fe de ello.

Lo sucedido en el José Zorrilla (o sea, ver cómo las cámaras enfocaban a un portero, curtido en mil batallas, amedrentado, pálido -la palidez cobarde-, petrificado al borde de la raya de gol de la portería, dejándolo todo al azar, sin intervenir en las jugadas como le correspondía), fue para mí prueba fehaciente de que los grandes equipos europeos estarán rezando para que les toque el Madrid en el próximo sorteo de la Champions League. Sobre todo el Bayern Munich. Porque a ver qué entrenador no se sabe ya de memoria que en los balones por alto el muchacho nacido en Móstoles hace el don Tancredo. Mientras sus compañeros se echan a temblar. Ya que en el área pequeña los cabeceadores atacantes cuentan con más posibilidades de talonar la carrera que los defensores.

Lo ocurrido el sábado en Valladolid, viene sucediendo desde hace ya muchas temporadas; pero ahora ya no cuela la mentira de que el mejor portero del mundo (?) también es humano y por tanto sus fallos han de aceptarse. El mejor portero del mundo es un porterito con reflejos, facilidad de movimientos y un don especial para conquistar a los periodistas. A los que no saben ni papa de fútbol y también a los que son cortitos de valor para denunciar la mentira que se ha forjado alrededor de una leyenda de pacotilla.

Una leyenda que se ha convertido en el mayor quebradero de cabeza para Florentino Pérez y para José Mourinho. Que Dios nos coja confesados a los madridistas.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto