LUNES 3.
Hacía ya cierto tiempo que no mencionaba a Carlos Chocrón
en mis escritos. Tampoco se me ocurría visitarlo en su
despacho de la joyería sita en la calle González de la Vega.
Y, además, ni siquiera coincidíamos, como otrora, los
sábados en el Hotel Tryp. Tal vez por ello, días atrás, en
cuanto me vio, lo primero que me dijo es que yo era un
descastado. Esto es, que manifestaba poco afecto por los
amigos. Y le dije que sí. Que llevaba razón. Quizá porque la
palabra amistad está en crisis de tanto usarla en vano. Tras
esta introducción, hablamos de la actuación de Sara Baras.
La que al frente de un gran espectáculo actuará dos noches
en el Teatro Auditorio del Revellín. Ni que decir tiene que
viene gracias al esfuerzo de la Fundación Chocrón-Macías. Es
entonces, cuando se me ocurre decirle que muchas creen que
las entradas son muy caras. Y a Carlos le disgusta
sobremanera ese parecer. Y no se corta lo más mínimo en
recordarme lo mucho que le cuesta a su fundación mantener en
Ceuta una Escuela de Joyería de primer nivel mundial. Dicho
queda, pues.
Martes. 4
Echo una larga parrafada con conocidos y lectores de este
periódico en el cual llevo ya escribiendo nueve años,
durante mi segunda etapa en él. Sucede en ‘El Mentidero’. Y
me causa enorme satisfacción comprobar que están al tanto de
cuanto se me ocurre escribir cada día. Tanta satisfacción,
que no tengo el menor inconveniente en propalarla. Por más
que los haya que sigan achacándome que no tengo abuela. Por
cierto, ayer me llamó Manolo Muñoz Aparicio, gran
amigo desde nuestra niñez hasta ahora, que vive en El Puerto
de Santa María, para decirme que navegando por Internet
halló una entrevista mía publica en El Mundo Deportivo,
fechada el 28 de marzo de 1975, debido a un partido
dramático que tenían que jugar Mallorca-Sabadell en el
vetusto Luis Sitjar. Acudí a verla. Y la fotografía que
aparece me dejó trastornado durante el tiempo previsto en
estos casos. Lo primero que le dije a mi amigo es que no se
le ocurriera más avisarme de un hallazgo así. Que uno lleva
ya mucho tiempo sin querer verse nada más que en el espejo a
la hora de afeitarse cada mañana, porque la imagen invita a
darse coba. No así las fotografías. Que suelen ser
demoledoras y capaces de provocar una crisis de dimensiones
considerables. Mi amigo, además de reírse, tomó buena nota.
Miércoles. 5
De Pepe Marín, catedrático de latín y licenciado en
literatura clásica, creo haber hablado en una ocasión. Pero
no tengo el menor inconveniente en volver a hacerlo. Pepe
fue nacido en Valverde del Camino pero lleva en Ceuta casi
cuarenta años. A ver quién es capaz de discutirle su amor
por esta tierra. Con Pepe he podido charlar de todo. A él no
le cae muy bien la forma de ser de José Mourinho, por
más que yo haya tratado de hacerle el artículo al gran
entrenador portugués. También se me ha ocurrido hablarle a
Pepe de mis conocimientos sobre el polémico dialecto andaluz
y me ha dado un repaso de aquí te espero. Eso sí, un repaso
que me ha servido para saber que no sé nada. Lo cual es
motivo de mucho agradecimiento. Para agradecimiento el que
le han demostrado alumnos suyos que han tenido la suerte de
tropezarse con él mientras departíamos en la terraza de uno
de los bares de la calle Jáudenes. A Pepe le he contado
muchas anécdotas futbolísticas. Referidas a entrenadores y
futbolistas que él conoció y admiró. Hablar con Pepe Marín,
catedrático de latín y licenciado en literatura clásica, ha
sido un placer.
Jueves. 6
Formo parte de un corrillo en establecimiento que suelo
frecuentar. Estamos en plena charla cuando llama mi atención
Pilar Álvarez del Vayo, la cual sustituyó a
Aquilino Melgar como directora provincial de Educación.
Pilar, amable como siempre, mantiene unos minutos de
conversación conmigo y nos reímos de cosas pasadas. Me da
recuerdos de Aquilino Melgar que, según ella, le ha
preguntado por mí y le ha dicho que me dé las gracias por lo
bien que le traté en su momento. Con Pilar da gusto hablar.
Hemos acordado pegar la hebra con más tranquilidad que hoy.
Ya que yo estaba enfrascado en una conversación de cierto
interés para mí y para el periódico en el que escribo todos
los días y fiestas de guardar. Fue dejar de hablar con Pilar
y hacerlo con Adela Julios; directora de Radio
Nacional de España y con la que no cruzaba palabra desde
hacía ya la tira de tiempo. Adela está siempre presta a
defender los derechos de la mujer. Amén de ser una gran
profesional del periodismo hablado. Le he dicho que debemos
intercambiar impresiones más a menudo.
Viernes. 7
Unas veces por hache y otras por be los nacionalistas salen
a la palestra para copar los medios y convertir España en un
reñidero de gallos. Aún me acuerdo de cuando salía a escena
Ibarreche con su plan de independencia que a muchos
nos ponía de los nervios. Tampoco se me han olvidado las
intervenciones de Maragall reclamando selecciones
deportivas propias, es decir, catalanas. Los prohombres
nacionalistas no se toman el menor respiro: de modo que
suelen airear pretextos reivindicativos, casi a diario, para
mantener el prestigio consiguiente entre sus votantes. Como
es el caso actual de Arturo Mas. Los nacionalistas
catalanes y vascos tienen muy desarrollado el sentido de la
insolidaridad y se hacen tirabuzones con las esperanzas o
necesidades de todos los demás españoles. En cambio, ponen
el grito en el cielo en cuanto creen que han salido
perjudicados en algo. De todas formas, el problema de
catalanes y vascos no está en que quieran disfrutar de más
competencias de las que tienen. Puesto que han venido
gozando de una situación privilegiada. El verdadero problema
es que están condenados a vivir en una nación de la que no
quieren formar parte. Por lo que han ido acumulando
infelicidad y rencor. Lo peor del particularismo es que se
ha extendido por toda España y se ha ido amoldando según las
condiciones de cada región. Y de seguir así la cosa, más
pronto que tarde habrá que empezar a combatir, nuevamente,
el cantonalismo.
Sábado. 8
Muchos recuerdos se agolpan en mi memoria nada más ver la
fotografía que ilustra hoy una noticia en la primera de este
periódico. Me refiero a la de los empleados del Parador
Hotel La Muralla haciendo uno de los paros parciales que
vienen llevando a cabo como protesta por el Expediente de
Regulación de Empleo (ERE) presentado por la empresa. Nunca
deseada situación a la cual están siendo sometidos todos los
paradores peninsulares. Lejos quedan aquellos días en los
que uno, viajero empedernido, disfrutaba de lo lindo
alojándose en unos establecimientos que eran la alegría de
la España turística. Cito de memoria: Bailén, León, Alcalá
de Henares, Mérida, Zafra, Benicarló, Puerto Lumbreras,
Bayona…, y muchos otros de los que ahora mismo no me
acuerdo. Y qué decir de nuestro Muralla. La de vivencias que
yo podría contar de un sitio en el cual mis visitas diarias
me permitían aprender cada vez más de una ciudad en la que
decidí quedarme hasta el fin de mis días. Sé que jamás los
paradores volverán a disfrutar de aquel esplendor. Pero, al
menos, a ver si cuanto antes dejamos de ver fotografías como
la que este sábado viene en nuestra portada.
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