El pasado jueves, 6 de diciembre
de 2012, la política española conmemoró el XXXIV aniversario
de la Constitución vigente de 1978. Celebrándolo el Gobierno
estatal y los grupos de la oposición en el Senado, por
primera vez en la historia de este periodo democrático; al
encontrarse el Congreso de los Diputados en obras, para
reparar, al parecer, entre otras cosas, las goteras del
tejado.
Dicha conmemoración, un año más, no contó con la presencia
de los nacionalistas catalanes, vascos ni gallegos.
Negándose también a participar otras formaciones de
izquierda a esa ‘fiesta’; como Izquierda Unida, al
considerar, que no hay nada que celebrar, porque la Carta
Magna “se viola sistemáticamente y sólo beneficia a los
banqueros y especuladores”.
Lleva mucha razón el secretario general de IU, Cayo Lara, en
cuanto, a que no hay nada que celebrar, porque para mí
también los 6 de diciembre, desde hace años, son días como
otros cualquiera, no guardando festivo por muchas razones de
peso. Siendo las de este año, entre otras, que la democracia
es para los políticos y no para el pueblo en la misma
proporcionalidad. Porque, en numerosos hechos, hay
presuntamente diferentes varas de medir, debido a que este
sistema político es presuntamente corrupto. No salvándose ni
la Casa Real española, con el caso Nóos del yerno del Rey,
saliendo salpicada hasta la infanta Cristina. Y en otros
casos, están implicados políticos, sindicalistas, banqueros
y empresarios… como ocurrió con Malaya, Bankia, EREs de
Andalucía, caso Palma Arena, caso Emperador, caso Campeón,
Fondos preferentes, etc., etc.
Siendo de tal gravedad la presunta corruptela y choriceo
existente en España, hasta el punto, que hace unos días, el
fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, en la
memoria anual de 2011, pide ampliar la plantilla de la
Fiscalía Anticorrupción, ante el “aumento de la corrupción,
política, social y económica”. Ocupando España de entre 176
países relacionados con la corruptela, el puesto 30 junto a
Botsuana, según el informe presentado el miércoles por la
ONG Transparencia Internacional.
En otro orden de cosas, relacionados con la festividad de la
Constitución española de 1978. Hubo desiguales declaraciones
acerca de la urgente reforma o no para adecuarla a los
tiempos actuales. Y, como es lógico, a tenor de su catadura
moral y política; el presidente del Gobierno del PP, Mariano
Rajoy, al parecer declaró que es un texto que ha
proporcionado “bienestar y prosperidad y con ella contamos
con unas reglas de juego claras”.
Entiendo y creo, que ese bienestar y prosperidad será para
él y para los suyos, pero no así, para los millones de
españoles de las clases media, baja; pero mucho menos, para
los españolitos de a pie, que se encuentran sufriendo tanta
hambruna y pobreza.
En cuanto, a las “reglas de juego claras”, será para don
Mariano, para los banqueros y especuladores. Porque con los
desahucios; la nueva Ley de Tasas Fiscales; la amnistía
fiscal; los indultos a banqueros y represores; la
privatización de la Sanidad Pública; el tráfico de
influencias colocando a desechos de la política en
relevantes cargos, tanto en empresas privadas como en
organismos oficiales españoles y extranjeros; el millonario
rescate a la banca; la reforma de leyes beneficiando al
magnate americano de los casinos; la concesión de residencia
a los extranjeros que dispongan de 160.000 euros y compren
una vivienda en España… Son ejemplos claros del democrático
proceder del PP. Y, por ende, de determinadas formaciones
políticas y sindicales en el poder o en la oposición, al ir
todas a una, al ser presuntamente las mismas o muy parecidas
en ciertos procederes políticos.
Y es así como pienso, porque un día tras otros, salta a la
opinión pública casos de presuntos saqueos. Habiendo sido
uno de dos últimos relevantes, el caso Mercurio, relativo a
una presunta trama corrupta en Sabadell, con más de una
veintena de imputados y una docena de detenidos, entre
ellos, el alcalde del PSOE, Manuel Bustos, su hermano, su
tío; así como, la alcaldesa socialista de Montcada, María
Elena Pérez; y el exconcejal del PP Jordi Soriano, candidato
a la alcaldía de Sabadell en dos ocasiones.
El otro caso de los dos citados, ha sido la operación
Crucero; siendo detenidos media docena de empresarios, entre
ellos, el expresidente de la patronal española CEOE, Gerardo
Díaz Ferrán. Fulano, que tuvo la desfachatez cuando ejercía
ese cargo, decir que para salir de la crisis “había que
trabajar más y ganar menos”. Pero él se lo ha llevado,
presuntamente, a manos llenas. Y es por lo que si quiere
salir del trullo, tendrá que abonar una fianza de 30
millones de euros. Y, Ángel de Cabo, otra de 50 millones de
euros. En fin…
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