En el último borrador de la LOMCE,
se introduce la disposición trigésima novena, sobre “la
lengua castellana y lengua vehicular de la enseñanza”, para
garantizar “el derecho de los alumnos a recibir las
enseñanzas en castellano, legua oficial del Estado”.
En las Autonomías que, junto al castellano posean una lengua
oficial de acuerdo con sus Estatutos, “la lengua castellana
y su literatura tendrán el tratamiento necesario para que,
todos los alumnos la comprendan y se expresen en ella con
corrección, de forma oral y por escrito, al finalizar la
enseñanza básica.”
Esto sería lo de menos si a continuación no se señalara:
“Las administraciones educativas garantizarán en todas las
etapas educativas obligatorias que las lenguas cooficiales
sean ofrecidas en las distintas asignaturas en proporciones
equilibradas en el número de horas lectivas de manera que se
procure el dominio de ambas lenguas oficiales por los
alumnos, sin perjuicio de la posibilidad de incluir lenguas
extranjeras”.
Las administraciones educativas podrán otorgar, en función
del estado de normalización lingüística en sus territorios,
“un trato diferenciado a la lengua cooficial respecto del
castellano, en una proporción razonable, sin que en ningún
caso pueda suponer de hecho la exclusión del castellano
mientras no se realice la determinación a que se refiere el
párrafo anterior, los padres o tutores tendrán derecho a
escoger la lengua vehicular de la enseñanza que reciban sus
hijos”.
Cuando, como consecuencia de dicha falta de determinación,
no exista oferta docente pública o concertada en la lengua
vehicular elegida en la localidad de residencia de los
alumnos, los padres o tutores podrán optar por escolarizar a
sus hijos en centros privados, correspondiendo a la
administración educativa sufragar los gastos de
escolarización. La palabra catalán no aparece por ninguna
parte, pero todos saben que se apunta a él.
Otros aspectos del nuevo proyecto de la LOMCE: los alumnos
deberán elegir entre Religión confesional y Valores
Culturales y Sociales en Primaria y Valores Éticos en
Secundaria. Es decir, hay alternativa a la Religión pero
desaparece la EpC (Educación para la ciudadanía).
El Ministerio mantiene sus apuestas por las pruebas externas
al final de las diversas etapas educativas. En la ESO y el
Bachillerato, si no se aprueba “la Reválida” nos e pasa al
ciclo siguiente. El examen de Bachillerato sustituye a la
Selectividad.
Las materias troncales (Ciencias, Matemáticas, Lengua),
supondrán no menos del 50% del total de los horarios.
Conviene recordar que, por parte de la Secretaria de Estado
de Educación se afirmó hace unos días que la LOMCE se
centrará en “materias instrumentales” (Ciencias, Matemáticas
y Lenguas) y dejará completa autonomía a los centros para el
resto de las materias. En el nuevo borrador de la LOMCE, sin
embargo, se habla de que el Estado fija las “materias
troncales”, que son más, según los ciclos educativos:
Lengua, Lengua Extranjera, Matemáticas, Ciencias Sociales,
Biología y Geología, Física y Química, Geografía e Historia,
Economía, Latín en varios cursos, etc. El Estado determinará
los contenidos y el horario mínimo: “la idea inicial era que
el Ejecutivo central pasaría a fijar el 65% de los cometidos
de las Comunidades con Lengua cooficial y el 75% en el
resto” (con la Ley actual es el 55% y el 65%
respectivamente).
En el resto de las asignaturas (Religión, Educación Física,
Plástica, Filosofía, en algunos cursos, etc.) las
Comunidades y los centros escolares tendrán una mayor
flexibilidad para fijar contenidos y horarios.
El Ministro, acostumbrado a dar sorpresas, al terminar la
Conferencia Sectorial, se reunión con los Consejeros de
Educación de Comunidades Autónomas y afirmó: “No hay ningún
elemento en el anteproyecto de la LOMCE que minusvalore la
importancia curricular del catalán”.
Pero, ocurrió otro hecho horas antes, nada más comenzar la
Conferencia Sectorial: la Consejera de Enseñanza de
Cataluña, la abandonó alegando que el anteproyecto de la
LOMCE violaba el Estatuto catalán y la Ley de Educación
catalana, y era una agresión a todo el país, sencillamente
inaceptable, algo que ningún Ministro se había atrevido a
hacer desde 1978.
Pero el Sr. Ministro, como no podía ser de otro modo,
convocó a todos los Consejeros autónomos para el próximo día
19. El motivo: la “disposición adicional trigésima novena”,
sobre la lengua castellana y lengua vehicular de la
Enseñanza. Por falta de tiempo, los consejeros no tuvieron
tiempo de estudiar con detalle y se interpretó como un
pretexto claro de blindar el castellano y lanzar un torpedo
de flotación del Sistema Educativo catalán.
Otras comunidades con “lenguas cooficiales”, estuvieron a
favor de la LOMCE, con matizaciones. Por parte de Andalucía
se afirmó que el Sr. Ministro quería “entregar” la educación
a “la escuela privada, al mercado y a la Iglesia Católica,
con su propuesta de reforma”.
Con tanto revuelo cabe preguntarse si el Sr. Ministro ha
bajado la guardia, si ha claudicado, si ha cambiado el
texto, si tiene un nuevo borrador, si deja en manos de los
nacionalistas el reparto de horas, que todo ha sido un
asedio al catalán. Por otra parte, la Defensora del Pueblo
argumenta que hay que cumplir con la sentencia del
Constitucional….
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