Las librerías están ateridas de frio como la situación
económica. La clientela es reacia a gastar dinero en
literatura y se inclina más por hacerlo en ocio y viajes,
como se ha demostrado en este último “puente” en el que los
barcos iban llenos. Con la recesión, el mundo de la cultura
siente de manera directa los rigores de una situación
económica que obliga a los clientes habituales de las
librerías a comprar a plazos a 20 euros cada libro, algo
impensable en otro tiempo, cuando las ventas eran bien
distintas. En cualquier caso, parece que el baremo de la
crisis lo darán los juguetes.
El último año ha sido especialmente sensible a la crisis
económica, según los datos que nos han facilitado los
libreros. Una notable recesión que tiene su incidencia en un
“bajón” en las ventas de libros. No ya las descargas de
Internet o las tabletas de iPaid, sino el libro de papel, el
tradicional, el de siempre. “Los clientes vienen y nos
dicen. me voy a llevar uno y dentro de unos días, me llevo
otro”, argumenta un librero, quien nos dice que la clientela
acostumbra a ir acumulando libros para regalar, aunque, eso
sí, sin sufrir un descalabro económico demasiado grande.
Para los libreros, el verdadero baremo de la crisis lo van a
registrar en el sector de los juguetes. Ahí va a estar el
auténtico termómetro de la crisis, acuciada por la pérdida
de la paga “extra” a los empleados públicos, ya que como
mínimo los mil euros para regalos que pudieran gastarse, no
se darán y el “recorte” va a incidir de manera directa en la
sociedad de consumo.
En las estatanterias de los libreros, hay títulos que
siempre tienen su “tirón”, como es el caso de “Las Cincuenta
sombras de Grey” de E.L. James, que los adquieren clientes
desde los 16 años en adelante y la serie de Juego de Tronos,
también cuenta con muchísimos clientes.
Por la situación económica, la clientela se inclina mas por
los libros de bolsillo, aunque las ediciones normales, en
algunos casos, también cuentan con partidarios y, en mucha
menor medida, las ediciones de lujo.
Las Memorias de José María Aznar, también es un libro muy de
moda en la actualoidad, especialmente, por haber sido
presentado por Carlos Herrera, quien le ha hecho mucha
publicidad y un clásico de las ventas es Ken Follett con su
último libro “El invierno del mundo”, sin olvidarnos de
“Palmeras en la nieve” de Luz Gabás o los de autoayuda como
“El decálogo del cminante” de Manuel Pimentel, el exministro
de Trabajo del Partido Popular o “El caballero de la
armadura oxidada”, otro clásico. Los libreros aprecian
“mucha frialda en la calle, se ve a la gente triste -nos
dicen-, no hay la alegría navideña de otros años, el
bullicio; se ve a la gente preocupada, no hay ese ambiente
festivo tan característico de otras épocas”. Y se nota en
las ventas. Una situación que lleva a algunas familias a
comprar los libros de texto por trimestres y, en algunos
casos, ni a comprarlos. El dinero, la falta de dinero, causa
estragos. otro clásico dedl momento que vivimos.
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