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					La Audiencia Provincial ha condenado a Mohamed Laarbi a 
					diez años de prisión por un delito de homicidio en grado de 
					tentativa y otro de amenazas después de considerarlo 
					culpable del tiroteo del que fue víctima Abdelkader Ahmed, 
					hermano del conocido como ‘Tafa Sodia’. La acusación 
					recurrirá la sentencia. 
 La Sección VI de la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta, 
					presidida por Fernando Tesón, ha dictado una sentencia 
					condenando a Mohamed Laarbi como el autor del tiroteo a 
					Abdelkader Ahmed, hermano de ‘Tafa Sodia’. La pena fijada 
					por el tribunal es de nueve años de prisión por un delito de 
					homicidio en grado de tentativa y otro año de cárcel por un 
					delito de amenazas no condicionales. Sin embargo, esta pena 
					no se ajusta a la realidad para los abogados de la 
					acusación, que van a recurrir la sentencia. La letrada de 
					Abdelkader entiende que el acusado cometió un delito de 
					asesinato en grado de tentativa con alevosía y ensañamiento, 
					mientras que el abogado de Isma M.M., pareja de la víctima 
					en el momento del tiroteo, calificó los hechos como un 
					delito de asesinato en grado de tentativa con alevosía. Por 
					ello, pedían penas entre 15 y 18 años de prisión, además de 
					una condena por delitos de amenazas.
 
 La Audiencia considera que Mohamed Laarbi, conocido también 
					por ser el sobrino del Vasco, se presentó en la casa de Isma 
					con una pistola nueve milímetros Parabellum con la que 
					disparó al agredido. Mientras, en la sentencia se reconoce 
					que el imputado conocía que existía una alta probabilidad de 
					causarle la muerte a Abdelkader, que recibió siete disparos 
					en cada una de sus extremedidades inferiores. Asimismo se 
					refleja que Mohamed Laarbi encañonó a la ex novia de 
					Abdelkader para que esta no le sujetara ni se entrometiera 
					en la ráfaga de disparos.
 
 En la sentencia, consultada por este diario, también se 
					impone la prohibición de residir en Ceuta a Mohamed Laarbi 
					por un plazo de cinco años y la obligación de indemnizar al 
					hermano de ‘Tafa Sodia’ con 280.000 euros por las lesiones 
					sufridas. Mientras, por una falta de maltrato tendrá que 
					pagar 200 días de multa. El segundo imputado, E.V.A. ha sido 
					absuelto del delito de asesinato en grado de tentativa que 
					le imputaban ls acusaciones como cooperador necesario del 
					‘Hamaka’ y del delito de homicidio del que le acusaba 
					Fiscalía.
 
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                  | El Tribunal entiende que no había intención de matar
 El Tribunal de la Sección VI de la 
					Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta entiende en su 
					sentencia que Mohamed Laarbi, alias ‘Hamaka’, no tenía la 
					intención de matar al hermano de Tafa Sodia durante el 
					tiroteo que tuvo lugar en la madrugada del 17 de mayo de 
					2009 en el Príncipe. Los magistrados señalan en la sentencia 
					a la práctica habitual entre las bandas de la ciudad de 
					apuntar a la piernas de la víctima como advertencia como 
					posible ‘modus operandi’, ya que todo apunta a que el móvil 
					de este tiroteo era vengar el disparo que había sufrido 
					horas antes el tío del imputado, conocido como el ‘Vasco.’ 
					En la sentencia se alude a que el acusado tenía cierta 
					habilidad en el manejo de la pistola ya que consiguió 
					acertar catorce disparos en las piernas de la víctima a 
					pesar de que del testimonio de los policías se pudo deducir 
					que es complicado acertar con una nueve milímetros debido al 
					retroceso y la corta longitud del cañón. El tribunal 
					entiende que en una habitación sin salida y con Abdelkader 
					malherido, el condenado podría haberlo matado sin gran 
					dificultad. No obstante, esto no excluye que Mohamed Laarbi 
					protagonizara una acción susceptible de producir la muerte y 
					así lo entienden los magistrados. Sobre el delito de 
					amenazas, en la sentencia se señala que no cabe duda el 
					acusado encañona a Isma con la pistola que estaba utilizando 
					para disparar a Abdelkader, con la intención de que se 
					apartara y le dejara continuar su acción, lo que constituye 
					un delito de amenazas.
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