Corría el año 2000 y Aznar
gobernaba España como hacedor del milagro económico
existente. Debido, conviene decirlo, una vez más, a la
burbuja inmobiliaria. Cierto es, y también voy a repetirme,
que a Ceuta la tenía abandonada. Y los populares hablaban de
José María con devoción. Sólo les faltó llevarlo en andas
por todo Madrid.
En aquel entonces, frecuentaba yo a un cargo del Partido
Popular, que, cuando se le hablaba del centro derecha,
emitía un gruñido de desaprobación. Pues crecido con el
régimen anterior a la democracia había aceptado ésta a
regañadientes.
Hablando con él, en cierto momento, salió a relucir la
posible crisis del Estado del Bienestar, debido al
envejecimiento de la población. Y me dijo: “Puede llegar un
día en el cual, en relación con los presupuestos generales
del Estado, haya más gente que cobre que gente que pague.
Aunque supongo que existen tres derechos que el ciudadano
–por medio del voto- no va a permitir que se los toquen: la
salud, la vejez, la educación”.
-¿Quieres decir que se armaría la de Dios es Cristo?
-Sí; la gente saldría a la calle pidiendo la cabeza de los
políticos y volveríamos a vivir manifestaciones tan ruidosas
como peligrosas. Y que ya se dieron en otras épocas.
-¿Qué puede pasar con las pensiones…?
-Quizá en este asunto el Gobierno sea selectivo: las
pensiones muy altas se recortarán, pero serán garantizadas
las pensiones de las clases con pocos ingresos. Los
jubilados son cada vez más; a medida que sube la esperanza
de vida.
-Es decir, que auguras jubilaciones más tardías…
-Por supuesto que sí. Si bien también aquí habrá que ser
selectivo. A los 65 años un descargador de muelle puede
sentirse fatigado; sin embargo, un profesor universitario
está en su plenitud. En todo caso se insinúa un
desplazamiento pendular desde el afán de seguridad (propio
del Estado benefactor) al espíritu de riesgo (propio del
Estado liberal). Algo de lo que yo podría opinar, pero no
quiero hacerlo en estos momentos.
-¿Qué piensas del capitalismo?
-El capitalismo es sólo un sistema económico que viene
acompañado de un sistema social y político. Sistema social:
valores. Sistema político: no siempre democracia. Y si me
preguntas por cuál es la combinación mejor. No dudaría en
decirte, capitalismo con democracia. Y no es porque yo sea
muy beato. Sino porque la democracia permite la corrección
de sus fracasos. Y aún más: democracia, no es sólo ley de
las mayorías sino asimismo respeto a las minorías.
-¿Qué puedes contarme en lo tocante a partidos políticos y
sindicatos?
-De partidos políticos y sindicatos, aunque sigan siendo el
cauce de la participación ciudadana, no hace falta ser muy
listo para darse cuenta de que es patente su
anquilosamiento. La economía actual será imposible
mantenerla. Nos esperan tiempos muy duros en cuanto explote
la burbuja inmobiliaria que estamos viviendo. Y a mí no me
va a coger el desastre que se avecina en los próximos años.
Así que dejaré la política activa y meteré la cabeza en la
empresa privada. Porque puedo asegurarte que los políticos
lo van a pasar muy mal. Serán vilipendiados continuamente.
Eso sí, ellos dirán dame pan y… ultrájame.
Estarán conmigo que aquel cargo del PP acertó en su
análisis.
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