Sólo un 26,7 por ciento del más de un millón de
discapacitados en edad laboral que viven en España tiene
trabajo; en total, 337.000 personas que están ocupadas sobre
todo en el sector servicios, preferentemente en actividades
sociosanitarias, administrativas y vinculadas a la industria
y manufacturas. Las comunidades que presentan las mayores
tasas de actividad dentro de este colectivo son Navarra y
Murcia, además de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla,
con un 44,6%, según recoge la Agencia Efe de los datos que
revela un informe del Instituto Nacional de Estadística
(INE), basado en los datos de la Encuesta de Población
Activa de 2011.
En total, según la base de datos estatal de las personas con
discapacidad de 2011, hay 1.262.000 personas de edades
comprendidas entre los 16 y 64 años y con certificado de
discapacidad, un 7,7% más que el año anterior y un 4,1% de
la población en edad laboral.
Desde 2009 tampoco ha variado apenas la tasa de actividad de
los discapacitados, un 36,6%, casi 40 puntos inferior a la
de la población sin estas limitaciones, que se sitúa en el
76,4%.
Por otra parte, la participación laboral está muy
determinada por el tipo de intensidad de la discapacidad:
las personas con deficiencias auditivas presentan las
mayores tasas de actividad, con un 54,4%, frente al 25,5% de
las personas con trastorno mental. El perfil del
discapacitado activo es muy similar al del ocupado y
respecto al de la población en general presenta un
porcentaje ligeramente superior en el tramo de tres y más
años de antigüedad en el empleo y levemente inferior en el
del intervalo de seis meses.
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