Dos vecinos enfrentados desde hace casi dos décadas
llegaron ayer ante los Juzgados para defender sus versiones.
El denunciante acusaba al imputado de un delito contra la
Administración de Justicia por una denuncia falsa, mientras
el acusado aseguraba que la denuncia que había interpuesto
contra su vecino era verdadera y que había recibido dos
llamadas en plena madrugada, además de sufrir molestias
durante años.
La mala relación entre unos vecinos llegó ayer al Penal
número uno con uno de ellos, A.G.M., acusado de un delito de
denuncia falsa. El 9 de febrero de 2009 el hombre que ayer
se sentaba en el banquillo de los acusados denunció a su
vecino (L.M.C.) por supuestamente haberle llamado varias
veces de madrugada. Una pareja de la Policía Nacional acudió
a su casa en plena madrugada y vieron que aparecía un número
en el teléfono fijo, que luego correspondía con el del
vecino, pero ayer los agentes dijeron que no comprobaron si
se trataba de llamada entrante, saliente o pérdida. Tras
celebrarse el primer juicio, el vecino que presuntamente
había llamado resultó absuelto y denunció a A.G.M. por
denuncia falsa.
Fiscalía y la acusación particular piden para el imputado
una multa de 1.800 euros por un delito contra la
Administración de Justicia por presuntamente haber
presentado una denuncia falsa. Sin embargo, él acusado
defendió ayer que él era víctima de continuas molestias por
parte de su vecino y afirmó que la mala relación se remonta
a 1996 cuando denunció al casero que en el piso de arriba
tenían un perro, lo que estaba prohibido. Desde entonces, ya
han pasado varias veces por los juzgados. Por su parte, el
vecino explicó que al acusado “le molesta todo” y que ha
llamado a la Policía en numerosas ocasiones. El denunciante
aseguró que no había llamado al imputado y que incluso él
tuvo que cambiar su número porque había recibido varias
amenazas telefónicas.
En las facturas del denunciante no aparece el número del
acusado, y él explicó que tiene por costumbre no coger el
teléfono cuando no conoce el número. Así que, si esas
llamadas se produjeron, no se facturaron. Pero la acusación
señaló que Telefónica ofrece datos de llamadas realizadas
además de las facturadas, pero que en el juzgado no le
aceptaron esa prueba y por parte de la defensa nunca se
pidió.
El abogado de la acusación defendió que el imputado cayó en
varias contradicciones como decir que había recibido varias
llamadas esa noche y luego dos. La defensa argumentó que
fueron los propios los agentes los que invitaron a su
representado a presentar una denuncia. El juicio ha quedado
visto para sentencia.
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