Permítame el amable lector
inspirarme en el titular del valiente libro “Militares. Los
límites del silencio” (en mi cargada biblioteca luce la
tercera edición, de marzo de 2008), escrito tras su cobarde
destitución por el honesto y corajudo militar José Mena
Aguado, Jefe de la Fuerza Terrestre, cesado y arrestado por
el inefable José Bono, ministro de Defensa en el gobierno de
Rodríguez Zapatero I el de Las Mercedes, tras el medido y
premonitorio discurso del Teniente General José Mena
pronunciado en la Capitanía General de Sevilla en la Pascua
Militar de 2006. Llueve sobre mojado y ahora es el no menos
inefable titular de Defensa en el gobierno de Marianico
Rajoy El Corto, Pedro Morenés, quien el pasado martes ha
destituido fulminantemente al general de Brigada Ángel Luis
Pontijas, tras el último Editorial publicado en el número
859, correspondiente al mes de noviembre, de la emblemática
revista Ejército, órgano oficial del Estado Mayor del
Ejército de Tierra. Si bien la edición en papel ya ha sido
distribuida, bordeando el ridículo la edición digital ha
sido “corregida” y sustituida por otra dedicada a la Cruz
Laureada Colectiva concedida en junio de este año, ¡al fin!,
al actual Regimiento Acorazado de Caballería Alcántara nº
10, por la heroica gesta de sus antecesores (Regimiento de
Cazadores de Alcántara, 14 de Caballería) en julio y agosto
de 1921 durante la debacle de Annual, Marruecos.
Volviendo no por el huevo sino por el fuero, saque el
avispado lector sus conclusiones sobre la, insisto,
ponderada y censurada Editorial de la revista Ejército,
plenamente constitucional, que este escribano del limes
trascribe a continuación de un tirón por ajustes de espacio:
“El pasado 12 de octubre día de la Fiesta Nacional, se
celebró el tradicional desfile de las Fuerzas Armadas como
acto central, en él participaron el Ejército de Tierra, la
Armada, el Ejército del Aire, la Guardia Civil y la Unidad
Militar de Emergencias. / SS.MM. los Reyes, acompañados de
los Príncipes de Asturias, presidieron los actos y fueron
ovacionados por el numeroso público que se encontraba a lo
largo del itinerario del desfile. / Sin embargo, la
solemnidad estuvo de alguna forma condicionada por diversas
circunstancias: el gravísimo problema económico que sufre
España, que motivó que el desfile fuera muy restrictivo en
la participación de unidades acorazadas y motorizadas, así
como la supresión del desfile aéreo; por otra parte, la
descortesía de la presidencia de la Generalitat que
aprovechó día tan señalado para acentuar una más que dudosa
proclamación de intenciones soberanistas del pueblo catalán,
que rompería la unidad nacional, tan estable, que se puede
considerar al Estado español como una de las naciones más
antiguas del continente europeo y, por último, las
diferentes manifestaciones relativas a la necesidad o no de
que en las escuelas y en los colegios de las comunidades
bilingües, se enseñe tanto el idioma de la comunidad como el
castellano. / Sin duda, éstas singularidades provocan, de
igual forma, una disminución de la credibilidad de nuestra
nación, agravan la crisis, perjudican la estabilidad
política y se traducen en una mayor penalización de los
mercados. / Todas estas circunstancias, unidas a la
situación económica, que hace dirigir los esfuerzos del
Gobierno a la consecución del objetivo de déficit y la
austeridad en el gasto, han generado discrepancias entre las
diferentes autonomías, empeorando en gran medida la cohesión
nacional, olvidando la importancia que tiene la defensa
nacional en relación con los riesgos potenciales y los
compromisos internacionales, siendo de alguna forma bien
vista por una gran parte de los sectores sociales la
disminución sistemática de las partidas económicas
destinadas a gastos de defensa -más de un 25% en estos
últimos cuatro años- que ha dejado a España a la cola de los
países occidentales con un porcentaje sobre el PIB de seis
décimas para gastos de defensa. / Esperemos que esta
situación no sea tan preocupante desde el punto de vista de
la defensa como para no poder hacer frente a los compromisos
tanto nacionales como internacionales en el momento actual,
en que se están modificando las estructuras mundiales al
orientarse los intereses de las grandes potencias,
consolidadas y emergentes, hacia la zona de Asia-Pacífico,
pudiendo quedar más libres de actuaciones las naciones del
Mediterráneo Sur y Oriente Medio y Próximo, donde sin duda
se encontrará España, con alta probabilidad de
participación”.
En cuanto al Morenés de marras, actual ministro de la “Sindefensa”,
bien haría en no hacer tanto el tonto útil como en el caso
que nos ocupa así como el lelo, moviendo el rabito y con
ladridos de caniche, en su última visita a Marruecos el
pasado jueves 22, donde nuestros impredecibles vecinos le
esperaban perpetrados para la ocasión, dispuestos en una
primera ronda a echar en apariencia una mano al incauto
vecino español en su apurada situación en la frágil frontera
sur: de Ceuta a Melilla, pasando por Vélez de la Gomera,
Alhucemas y Chafarinas, porque Perejil… Perejil está en
barbecho. Pero esa ayuda marroquí… ¿a cambio de qué, Morenés?.
Anda, se valiente ministro y échale huevos dando un paso al
frente, en lugar de dedicarte desde tu acomodaticia poltrona
a meter como los avestruces la cabeza bajo el ala y dimitir
a generales por hacer su trabajo y cumplir con la
Constitución, escribiendo (como el general Ángel Luis
Pontijas en la revista Ejército) lo que ni queréis ni os
atrevéis a oír. Y sobre la delicada situación en la frontera
sur…¡Queremos saber, coño!. Visto.
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