Soy una madre soltera que lleva tres años en paro. Desde que
he dado a luz no encuentro trabajo . Mi situación actual es
de extrema precariedad, ya que vivo en un piso de alquiler
sin recibir ninguna prestación de desempleo y la ayuda que
percibo apenas me llega para la mitad del pago de mi
vivienda. Soy usuaria de Caritas y Cruz Roja, pero con esas
ayudas no logro pagar los recibos de luz y agua, apenas
puedo pasar el mes sin tener problemas para hacer la compra
diaria, no puedo llevar a mi hija a la guardería por la
distancia de la misma y mi falta de recursos para coger el
autobús y temo quedarme en la calle si las cosas no cambian,
por que estoy esperando que me desahucien de un momento a
otro.
Me siento impotente al ver que nadie nos hace caso, ni nadie
me ofrece un alojamiento alternativo siendo un hostal la
única solución aunque solo nos dan un mes de estancia allí
por lo que sería un parche de un problema que volverá a
repetirse.
Escribo esta carta para expresar mi indignación, porque me
siento impotente. Cualquier ayuda que pido al Gobierno,
tanto local como estatal, no sirve de nada sintiendo
inclusive discriminación por mi condición económica puesto
que no es algo que a ellos/as les afecte directamente, y
desde luego no parece importarles que una niña pequeña pase
hambre, o no pueda darle lo que necesita sintiéndote como
una mera estadística y no como una persona. Me fastidia
verlos encabezando “fotos” como por ejemplo, en contra de la
violencia de genero, pese a que lo considero necesario,
cuando son los primeros que no se preocupan por lo que pasa
en su Ciudad, ni que mi situación es un tormento psicológico
constante, o que no se preocupan de cosas como los derechos
de los/as niños/as, a los que condenan directamente a vivir
sin una casa digna y una infancia que se separa mucho de
rozar la felicidad.
Tampoco entiendo esos planes de empleo que en vez de valer
para dar una alternativa a las familias más necesitadas,
siguen una selección injusta e innecesaria en mucho de esos
casos. Yo se que hay muchas personas que como yo se sienten
solas en la lucha de sacar a sus hijos/as adelante, y la
solución no es meternos en un hostal dejados de la mano de
Dios, hasta que tengan otros sitios donde meternos. Deberían
apoyar a personas en una situación como la mía, que no
sabemos para donde tirar. Lucho cada día para tener un
futuro digno para mi y mi hija, pero cada día pisotean mis
pasos y sueños y lo que es más grave, los de mi hija.
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