En corto espacio de tiempo se nos
han marchado dejándonos huérfanos de humor, dos grandes
geniales artistas, dos maravillosas personas que co su humor
nos hicieron felices a pequeños y mayores, Miliki y Tony
Leblanc.
A Miliki en compañía del resto del grupo, Fofó, Gabi y
Fofito, conocidos como “Los payasos de la Tele”, tuve la
enorme suerte de conocerlos personalmente y, además
presentarlos en el Ángulo, cuando vinieron por primera y
única vez a nuestra tierra con su espectáculo.
“Los payasos de la tele” hicieron felices a miles de niños,
que en cada una de sus actuaciones, les acompañaban en sus
canciones. Unas canciones tan populares que aún hoy día,
cuando aquellos niños son padres de familias y sus padres
peinan canas, acompañando a sus nietos al colegio, siguen de
actualidad en la mente de todos. A cualquiera que se le
pregunte por una de aquellas canciones, enseguida sale
cantando la misma.
Ellos hicieron historia en aquella televisión blanco y negro
dejando una huella indeleble en cada una de sus actuaciones.
“Los payasos de la tele” se marcharon, pero entre varias
generaciones siguen vivos, endulzándonos la vida con sus
canciones, incluso haciendo que nuestros nietos, cuando se
suben en el coche para ir a cualquier lugar, siguen cantando
aquello que dice:”en el coche de papá…”
Gracias, Gaby, Miliki, Fofó y Fofito, por el legado que nos
dejasteis que, aún hoy día, nos sigue haciendo felices al
recordaros. Allá donde estés, que seguro que estás donde le
corresponde a los hombres buenos, recibe todo el cariño de
esas generaciones a las que tan felices hicisteis.
Y qué decir del adiós a ese genio que se llama Tony Leblanc.
No digo que se llamaba Tony Leblanc, porque para todos los
que le apreciábamos y le queríamos no nos ha dejado, siempre
estará con nosotros en nuestro recuerdo. Porque Tony es algo
inolvidable.
Boxeador, bailarín, humorista, compositor, actor, futbolista
y no se cuantas cosas más era Tony. Pero sobre toda estas
cualidades que poseía, hay una que destaca sobre todas las
demás, su gran humanidad. En su humildad estaba la grandeza
no sólo de su arte sino como persona.
Tus inicios fueron como meritorio con la inolvidable Celia
Gámez. Pero donde tu carrera artística se forjo, fue en los
años setentas, cuado además de tus películas hiciste tu
aparición en la tele. Has sido el único artista en hacer
algo que nadie había hecho antes en televisión, con un éxito
sin precedente, comerte una manzana.
Tony, de verdad te lo digo, de haber nacido en América
seguro que tendrías tu estrella en ese paseo famoso donde la
tienen los artistas geniales. Naturalmente, los españoles
nos hubiésemos quedados huérfano de poder presumir de un
artista genial, que se abrió camino en la vida, dándole
bocados a la misma.
Claro que tú, seguro estoy de ello no hubiese cambiado, por
nada del mundo tu lugar de nacimiento, España. Por ese amor
hacia España, permíteme levantar mí copa y brindar junto a
ti, acompañados por ese pasodoble del que eres autor, que
dice “Cántame un pasodoble español…”.
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