La consejera Yolanda Bel y el
superintendente de la Policía Local, Ángel Gómez,
presentaron ayer muy sonrientes el nuevo organigrama del
Cuerpo Municipal. La consejera tenía razón en lo de que iba
a haber críticas, porque la creación de la Unidad de
Proximidad y Atención Ciudadana -un término ‘cool’ para
hablar de la Policía de Distrito o de Barrio- parece que
pretende poner en tela de juicio las labores diarias que los
agentes realizan con tanto esmero. Parece que conversar de
forma amigable con los vecinos para conocer sus problemas,
controlar el tráfico, realizar informes sobre algún servicio
que no funcione bien en sus áreas de influencia, etc. no
sean labores actuales de la Policía. Llama la atención que
se retiren efectivos de áreas que al parecer eran los
principales ejes del Cuerpo antes de esta reestructuración:
el 092 y Tráfico son los damnificados. Todo sea para
responder al “clamor social”. Y del informe de horarios nada
de nada.
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