Los sábados, después varios días
sin alternar en la calle, suelo frecuentar sitios donde me
encuentro con quienes están deseando pegar la hebra conmigo.
Lo cual me encanta. Visito el Parador Hotel La Muralla. Y lo
primero que ha hecho un camarero es pedirme que le aclare lo
que quiere decir el primer párrafo de mi columna
correspondiente al día de hoy, titulada Testaferro.
Y no tengo el menor inconveniente en complacerle. Faltaría
más. Lo que he querido decir es que en el Gobierno local
abundan los políticos honrados y quienes no lo son acaban
siendo desterrados a la Federación de Fútbol de Ceuta o a
otros sitios preparados al efecto. A fin de que en tales
organismos puedan purgar sus culpas.
La Federación de Fútbol de Ceuta admite con enorme
satisfacción a cualquier político que presente un historial
en el cual se demuestre que es experto en fraccionar
facturas. Y ejemplos hay. Pero no quiero mencionar el nombre
de quien ha sido capaz de ejercer esa labor durante mucho
tiempo.
La FFC, mejor dicho, su presidente, debería darse cuenta de
que está cometiendo errores de bulto. Su persecución a los
directivos del Ceuta terminará convirtiéndose en efecto
bumerán.
El presidente de la FFC está viviendo entre nubes tan
repletas de satisfacción como propiciadas por errores de
bulto. No atiende a razones. Se ha creído que goza de poder
omnímodo. Tal vez porque está sometido a la voluntad de una
autoridad que también ha llegado a un punto culminante de
estulticia.
En la calle, cuando salen a relucir los enfrentamientos
entre el presidente de la FFC y el alcalde contra los
directivos del primer equipo local, la gente no entiende que
éste malgaste el tiempo en un desafío que no conduce a nada.
Bueno, conduce el desprestigio de García Gaona y de su amigo
del alma: Vivas.
El alcalde debe percatarse, cuanto antes, de que está
perdiendo crédito a pasos agigantados por mor del fútbol. El
fútbol es capaz de arruinar la carrera política más
encopetada. Y nuestro alcalde parece ser que no quiere darse
cuenta. Mientras que ya empiezan a irse de la lengua quienes
le rodean.
Quienes rodean al alcalde se van de la lengua entre gente
cercana y de la que fiarse es una necesidad. Así que no
dudan en proclamar que no entienden cómo es posible que
Vivas y García Gaona mantengan unas relaciones íntimas y
comerciales que atentan contra la supervivencia del Ceuta.
Unas relaciones que no benefician en absoluto al Partido
Popular.
Alguien en el partido debería revestirse de valor y salir a
la palestra diciendo que ya está bien de perseguir
sañudamente a un club de la tierra porque éste no hace sino
tratar de defender sus derechos. Los que le pertenecen. De
no ser así, mucho me temo que este desatino puede ser la
causa de otros problemas sumamente complicados para muchas
personas. Y sobre todo para la primera autoridad.
En fin, que hoy, sábado, cuando he salido a pulsar el
ambiente. Me he encontrado con que existe entre los
ciudadanos simpatía suficiente a favor del primer equipo de
la ciudad. En la misma medida que el presidente de la FFC y
el alcalde son tachados de todo menos de bonitos. A ver si
reaccionan de una vez por todas. Ah, no deben olvidar que el
odio es tóxico.
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