La desprotección de la Federación de Fútbol de Ceuta hacia
las personas que componen sus estamentos ha quedado más que
patente con la sentencia del Juzgado Número 6 de Ceuta,
dictaminada tras los incidentes que se sucedieron en los
vestuarios del colegiado una vez que este se vio obligado a
suspender el encuentro que enfrentaba al Gimnasio Ceuta Goyu-Ryu
y al Cádiz ‘B’ y en los que Juan Pablo Ramos e Hissam Ahmed
aseguraron haber sido agredidos por el presidente del club,
Mohamed Amar.
Durante el juicio rápido que tuvo lugar dos días después de
los incidentes, tanto el árbitro del encuentro como el
asistente tuvieron que declarar sin abogados, algo que fue
determinante durante el desarrollo del juicio y que ha
terminado de marcar el fallo. La FFC, que preside Antonio
García Gaona, comunicó a los colegiados que el abogado de la
Federación se encontraba fuera de Ceuta y, en vez de buscar
a otra persona cualificada para que los representara, les
asesoró que acudiesen al juicio sin abogado puesto que era
“muy fácil”, algo que reconoció el presidente del Comité de
Árbitros, Antonio Soto, tras el juicio.
El resultado de que ambos colegiados asistiesen a la vista
sin representación legal ha supuesto que Juan Pablo Ramos,
quien aseguró en todo momento que en ningún caso agredió a
Mohamed Amar, deberá indemnizar al presidente del Gimnasio
Ceuta Goyu-Ryu con 200 euros por lesiones, mientras que Amar
deberá hacer lo propio con el colegiado con la misma
cantidad. Además de ello, ambos deberán hacer frente a un
multa de 200 euros que deberán abonar al Estado. Hissam
Ahmed, por su parte, deberá recibir de Mohamed Amar la
cantidad de 30 euros por el ‘guantazo’ que recibió.
|