La publicación del listado con el sondeo de demandantes
para el Plan de Empleo convocó a centenares de parados a las
puertas de la oficina del Servicio Público de Empleo Estatal
que ayer buscaban su nombre en la lista. Los que no estén de
acuerdo con la calificación tienen hasta el 3 de diciembre
para presentar las correspondientes alegaciones.
Las puertas de la oficina del Servicio Público de Empleo
Estatal (SEPE) se convirtieron ayer en un hervidero de gente
que intentaba encontrar un hueco frente a las cristaleras
donde se exponían las listas provisionales de demandantes
para el Plan de Empleo. Tras lograrlo y buscar su nombre en
los impresos, las reacciones fueron muy dispares. Muchas de
las miradas reflejaban decepción, mientras otras estaban
cargadas de esperanza. Sora y Saquina, madre e hija, fueron
un ejemplo de ello. En el listado habían aparecido tanto el
nombre del marido de Sora como el de su hija Saquina. Para
la joven, de 20 años, esta podría ser su primera oportunidad
de acceder al mercado laboral aunque es consciente de que
todavía no es la lista definitiva y advertía: “Ahora a ver
si salimos”. Saquina lleva tres años y tres meses inscrita
como demandante de empleo mientras que su padre está parado
dos años y medio. “Nos han dicho que tenemos el 90% de
posibilidades de que aparezcan en la lista definitiva”,
explicaba su madre, Sora, que contaba como un trabajo en el
Plan de Empleo les sacaría de “muchos apuros”. “Somos
familia numerosa, no tenemos recursos y esto supone una
ayuda grande en estos momentos de crisis”, reconocía.
La situación que viven en la casa de Sora es muy similar a
la de Said, con tres hijos a su cargo y una ayuda que se le
acabará en seis meses, o Milud que lleva en paro desde 2010
y tiene cuatro hijos. Sin embargo, estos hombres no
encontraron su nombre en la lista. Ellos explicaban que
nunca han participado en estos planes y que aspiraban a un
puesto de peón. Ayer presentaron una reclamación por qué no
entendían como en su situación no les han incluido. Susana
también reclamaba una oportunidad a las puertas del SEPE,
esta mujer tiene tres hijos y el sueldo de mil euros de su
marido no les llega a fin de mes. Para ella un puesto en el
Plan de Empleo puede salvarles del desahucio y por ello
espera que se le incluya en la lista definitiva.
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