Esta es mi historia, y como cualquier chaval habiendo tenido
una progresión deportiva en el ámbito futbolístico desde muy
temprana edad, al llegar a la categoría Juvenil he cometido
el mayor error de mi vida futbolera, me dejé llevar por mi
buena fe y educación deportiva.
Bajo las condiciones que me indicó mi primer míster y
consciente de ellas, contraje compromiso por dos temporadas
con la SD Unión África Ceutí, en mi dilatada carrera
futbolística he tenido desde categoría prebenjamin muy
buenos entrenadores, la mayoría de ellos de nivel nacional y
alguno ex-jugadores de primera división, tales como Juan
Manuel Mesa (Q.E.P.D) en Tenerife a quien siempre le
agradeceré el poder entrenar en pretemporada con el Real
Betis Balompié siendo benjamín y jugar el torneo
internacional “Guadiana” en Portugal contra equipos de
primera división, a Juan Quíros quien me lanzo a categoría
provincial en Andalucía siendo alevín de primer año a mi
llegada desde las Canarias, a Piér e Israel en los entrenos
semanales con el Real Betis en categoría alevín, o Juanjo
con el que disfrutamos varios jugadores del Natación Ceuta
en categoría Cadete en Rota en un clinic que realizó el
Sevilla CF y su primer equipo, a Mariano por haber contado
conmigo en la selección Sub- 14, y a Tayo con la Sub-16 y
Juanma en la Sub-18, todos ellos me inculcaron los valores
que debía poseer como deportista: “Disciplina, educación,
respeto hacia los demás y lo más importante, ser humilde”.
Por todo ello les doy gracias a estas personas que hicieron
posible que yo disfrutase del deporte que más me gusta, sin
menoscabo al que gracias a él, Pablo, fuimos Subcampeones de
España de futbol sala en categoría cadete con el CD.
Natación Ceuta. También quiero agradecer a mis padres el
esfuerzo realizado para que yo disfrutase, papá seguiré tu
ejemplo y espero no defraudarte.
Durante mi primer año de juvenil, me di cuenta que todo lo
que había aprendido hasta la edad de cadete no tenía
argumento, ya que el trabajo desempeñado en los entrenos a
los cuales no faltaba ninguno en mi nuevo club, carecían de
valor, yo era consciente que siendo de primer año lo tenía
difícil, pero aprendí otro valor nuevo y negativo, que jamás
pasaría por mi cabeza: “La injuria y humillación” entre
otros:
Yo he aprendido que no es necesario ir a los entrenos para
ser convocado y titular indiscutible, ya que lo podía
corroborar por otros compañeros, o bien faltar a
convocatorias cuando hay que viajar etc, etc, etc.
Yo sé lo que es, entrar en la caseta y cambiarme para
calentar y justo antes de salir al terreno de juego quedar
desconvocado, por la llegada al campo de un jugador que
llevaba tres semanas sin entrenar, gracias míster.
Yo sé lo que es, desplazarme para ver a mi equipo jugar
fuera de Ceuta con mi familia aprovechando un acontecimiento
familiar y ver tan sólo a catorce jugadores en el campo,
claro, no podían viajar más, y más habiéndose ido varios
jugadores al Carnaval de Cádiz, siendo recogidos por el
míster en Jerez, estaba claro que quedaría fuera de
convocatoria.
También sé lo que es un cambio de planes en la alineación
inicial del primer partido de liga de la temporada 2011-12,
aunque el míster me lo niegue ya que lo oí muy cerca al
igual que otros compañeros, y si estoy equivocado que dios
me perdone.
Por todo esto que aprendí; en la primera jornada de mi
segundo año de juvenil, solicité la baja del club y me
marché a buscar una oportunidad a otro club que militaba en
la misma categoría (Ad. Ceuta), donde con mi esfuerzo y
dedicación, que no era más que la desarrollada en el
anterior club, pude disfrutar jugando toda la temporada y
como recompensa estuve convocado con la Selección Sub 18 de
Ceuta en los dos sectores.
Y por fin llega mi tercer año, y mi equipo descendido ¿Donde
Voy? Me pregunto, ¿me darán una segunda oportunidad por
parte de los dirigentes del equipo juvenil del Ceutí?, me
contestan que las puertas están abiertas, pues lo tenía
claro, a trabajar otra vez para lograr mi objetivo: Jugar,
divertirme y ayudar al equipo.
Después de ocho jornadas de engaño por parte de estos
señores he vuelto a solicitar la baja de dicho club, no me
han permitido disfrutar ni un solo minuto, aún insistiéndome
el míster, que contaba conmigo, yo sé lo que contaba y el
también, el contaba con que yo me aburriera y me marchase,
pero no crea usted que lo ha conseguido, yo me he marchado
pero no me he aburrido y seguiré luchando para que no se
cometan más injusticias, si tanto dice que me conoce y no
necesito demostrar nada, ¿Por qué no me ha permitido jugar
un solo minuto? ¿Por qué cuando quise hablar con usted en la
jornada sexta se marchó?
Yo lo sé, usted sabe de más, que hasta mis compañeros le han
reclamado una convocatoria para mí en los entrenos, pero
claro para llegar a ese extremo hay que tener humildad y
vergüenza, son virtudes o valores que le falta todavía por
descubrir al que corresponda, ya que después de esta
historia si puedo saber el porqué no he tenido ningún minuto
y además demostrarlo documentalmente.
Después de todo, yo, lo único que les recrimino es que no
hayan sido claros conmigo desde el principio, por supuesto
agradezco el haberme permitido entrenar desde el mes de
Julio hasta la presente con vosotros, que como bien dejó
claro el delegado del equipo juvenil en la reunión mantenida
con el míster, el mencionado, mi asesor y mi padre, “En el
equipo entrena quien yo quiera”, un club con solera como la
SD Unión África Ceutí, no merece manchar su nombre por
personas incompetentes que engañen de esa forma tan
humillante. Pero claro muchos jugadores y padres aguantan el
tirón por el bien de la comunidad.
Os puedo asegurar que llevo unas semanas muy mal y gracias a
mi asesor y con el apoyo de mi familia he decidió poner fin
a la farsa que se traen ciertos ilustres personajes del
mundo futbolístico en Ceuta, hace unos días pasé el
reconocimiento médico para poder fichar con el que siempre
ha sido mi club: CD. NATACIÓN CEUTA, donde he tenido la
suerte de viajar a torneos de máximo nivel y categoría
internacional, donde he jugado sectores de futbol sala tanto
en categoría infantil como cadete, siendo medalla de plata
en este último, como ya hice referencia anteriormente.
En fin, la finalidad de estas cuatro letras es que no se
repita con otros compañeros lo que por mala suerte a mi me
ha tocado vivir, al tener un cuerpo técnico en esta última
etapa, carente de psicología deportiva y lo más deprimente:
irracional, y por supuesto de deformación, ya que con dichas
personas el fútbol base de Ceuta y de categoría nacional
está muy lejos de la realidad y de oportunidad para los
chicos que se dejen llevar por tales personajes.
Un fuerte abrazo a todos los compañeros que dejo en el
equipo, gracias por vuestro apoyo y consejos en determinadas
ocasiones, y perdónenme por tener que despedirme
deportivamente de vosotros de esta forma, pero no me quedan
ganas de ir al campo, que tengáis mucha suerte y podáis
salvar la categoría deportivamente, ya que a mí no me han
dejado poner el granito de arena en el grupo para poder
conseguirlo y es lo mínimo que se merece una entidad
respetable como la SD. Unión África Ceutí.
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