El Partido Socialista ha denunciado que el agua que
consumimos en Ceuta tiene un elevado nivel de corrosión, lo
que perjudica no al consumo humano pero sí a los elementos
metálicos que estén expuestos a la misma. Una situación que
acarrea perjucios económicos y un deterioro notable en las
tuberías, originando fugas por rotura de las mismas, además
de disminuir la vida útil de éstas, que pasa de cincuenta
años a menos de diez. Una situación que, como ha expuesto en
rueda de prensa, Nuria Miaja, tiene fácil solución: instalar
un remineralizador.
El agua de consumo en nuestra ciudad es altamente corrosiva
para los metales y aunque es apta para el consumo humano,
incumple el Real decreto 140/2003, que regula cuestión,
según se desprende de una análisis externo que se ha
encargado a una empresa andaluza cuya identidad no se ha
querido desvelar por proteger la identidad de la misma a
efectos legales, según ha manifestado en rueda de prensa,
Nuria Miaja, Secretaría de Ordenación del Territorio y
Sostenibilidad del PSOE de Ceuta.
La representante socialista se ha remontado al comunicado
que emitió su partido hace más de un mes acerca del
incumplimiento por parte de Acemsa de los criterios de
calidad en el agua de consumo humano en Ceuta. Y en este
caso, Nuria Miaja ha querido hacer valer que cuando su
partido efectúa unas afirmaciones sobre este asunto, las
hace valer no sólo probando los hechos sino que, como en
este caso, ha solicitado un análisis externo. Y se pregunta
que si Acemsa limpia las tuberías, porque no llama a los
medios de comunicación para demostrarlo cuando entró en
funcionamiento el tramo entre Avenida Reyes Católicos y
Doctor Marañón. Y ella misma se contestó: “Porque no lo
hacen”. Nuria Miaja argumenta que antes de emitir el
comunicado de hace más de un mes, su partido ya disponía de
datos que confirmaban sus aseveraciones, aunque pidieron una
segunda opinión y se requirió a un laboratorio externo un
análisis del agua de la ciudad y los resultados demuestran
que se incumple el Real decreto 140/2003. “Quiero dejar muy
claro que no estamos exponiendo un problema de salud
pública, sino hablando del agua que, aunque incumpliendo la
normativa vigente, no tiene ningún riesgo para la
ciudadanía”. Ahora bien, el PSOE afirma que “el agua tiene
importantes consecuencias para las instalaciones metálicas.
“El principal problema del agua es que es intolerablemente
corrosiva y daña las instalaciones metálicas. Para que se
hagan una idea. Las tuberías que puedan durar 50 años según
el fabricante, no llegan a diez”. Para Nuria Miaja,
“mantener y conservar las inversiones debe ser la prioridad
del Gobierno local, sin olvidar que han de velar por los
intereses de los ciudadanos”. Y en este sentido, recuerda a
los usuarios: “Tenemos que tener en cuenta que este agua
daña las instalaciones tanto públicas como privadas”. Por
ello, desde el PSOE alertan a Gobierno local que “el
incumplimiento conlleva a unas consecuencias de
responsabilidad, por lo que han de adoptar cuantas medidas
sean necesarias.
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Instalar un remineralizador del agua, como solución para los
bajos niveles de bicarbonatos y sales
El Grupo Socialista aporta como
solución a este problema la instalación de un
remineralizador de agua para aportar esas sales minerales
que le faltan al agua y que la hacen, actualmente, altamente
corrosiva. El origen del problema, según la medición que se
ha hecho en el análisis efectuado es que no se dispone de la
instalación mencionada que mide una serie de parámteros en
el agua para que los niveles de bicarbonatos y sales sean
los adecuados. La analítica efectuada demuestra que a 25º
los niveles del agua normales están en los 0,5 en el agua
fria y aquí en Ceuta se encuentra en -2,8, mientras que en
el agua caliente, los niveles se sitúan en -2, estos baremos
se rigen por los índices denominados Lagelir. El agua
fuertemente corrosiva como la de Ceuta provoca fugas, al
incidir sobre el deterioro de las tuberías, con el
consiguiente perjuicio en el gasto económico, no ya en las
tuberías sino también en el despilfarro del liquido
elemento. Un problema que tiene solución pero se va
agravando la vida útil de las tuberías y los perjuicios para
el usuario, el contribuyente de este servicio.
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