Ante la grave situación económica, la industria española se
presenta como uno de los principales motores para su
recuperación, siendo una fuente fundamental de empleo y
riqueza. Precisamente, en los últimos meses se observa una
creciente inquietud en muchos países por la disminución del
peso de la industria en sus economías. Muchos de ellos ya
han anunciado programas de reindustrialización, y no podemos
quedarnos al margen de este movimiento.
Es hora de apostar por una política industrial firme,
alcanzando un pacto de Estado que garantice el aumento del
peso de la industria en el PIB nacional. Es esencial
implicar al conjunto de la sociedad en la elaboración de un
plan estratégico industrial de largo plazo, que permita una
mayor industrialización del país, acercándonos al objetivo
comunitario de que la industria represente el 20% del PIB
europeo en 2020.
Son muchos los aspectos que dan muestra de la importancia
del sector industrial como dinamizador de la economía.
Supone el 16,91% del VAB y el 15,52% del PIB, y da empleo a
más de 2,5 millones de personas, con un 83,2% de puestos de
trabajo indefinidos. Además, el sector industrial realiza
una destacada contribución a la I+D+i, concentrando casi la
mitad de la totalidad de su gasto.
La industria española ha demostrado estar preparada para
competir en los mercados internacionales, ya que el 88,6%
del valor de las exportaciones de bienes españoles
corresponden a la industria manufacturera, lo que sin duda
contribuye a equilibrar nuestra balanza de pagos. Cabe
destacar el importante efecto arrastre que la industria
tiene sobre el resto de sectores. Cuando se produce un
incremento en la demanda final del sector manufacturero,
este incremento se triplica en el valor de la producción del
conjunto de la economía.
El sector industrial, además, está apostando por modelos más
sostenibles que reduzcan los impactos sobre el medio
ambiente. Los gastos de las industrias en protección
ambiental se elevan ya a 2.384,7 millones de euros, siendo
el sector más inversor en esta área. Además, es el principal
responsable de la búsqueda de soluciones tecnológicas para
los problemas medioambientales.
De todo ello se colige que no podemos garantizar un futuro
próspero en una sociedad avanzada sin una industria potente,
que sea uno de los principales motores de arrastre de
nuestra economía.
Con la celebración de la Cumbre de Industria el 20 de
noviembre en CEOE, queremos lanzar un mensaje de esperanza,
poniendo de manifiesto el compromiso de la industria
española para acelerar nuestro proceso de recuperación
económica. Para ello, propondremos una serie de conclusiones
en campos estratégicos como son la internacionalización, la
formación, la regulación, la financiación y la energía, que,
de aceptarse, nos permitirán una salida más pronta de esta
situación, y con unas bases más sólidas, que aseguren la
sostenibilidad de nuestro modelo de crecimiento. La I+D+i,
otra de las piedras angulares, se abordará en otra cumbre a
principios de 2013.
*Presidente del Consejo de Industria de la CEOE.
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