Los barracones que sirven de complemento en la actualidad
al edificio principal de ‘La Esperanza’, el centro de
menores de San Antonio, serán demolidos una vez que se
evacúe a los menores que actualmente residen en este
complejo, según ha confirmado la Ciudad Autónoma, a través
de la vicepresidenta primera de la Asamblea, Adela Nieto. El
ejecutivo todavía no ha decidido qué pasará entonces con el
edificio.
La Ciudad Autónoma está trabajando ya, mediante el Área de
Menores, en el traslado de los jóvenes Menores Extranjeros
no Acompañados (MENA) desde el centro de ‘La Esperanza’ al
albergue de Hadú, donde estarán de forma provisional hasta
que se concluya la construcción del nuevo centro que se
situará en Calamocarro (previsiblemente antes del próximo
verano). Según confirmó ayer la vicepresidenta de la
Asamblea y responsable del Área, Adela Nieto, una vez que
los niños salgan de ‘La Esperanza’, la Ciudad procederá a
derribar los barracones que hasta ahora servían de
complemento a las instalaciones del edificio principal
situado en San Antonio.
La construcción central se mantendrá, pero todavía no está
claro qué sucederá con la estructura, levantada sobre un
terreno del Ministerio de Defensa, cuya propiedad está ahora
mismo en cesión a la Ciudad Autónoma.
Nieto ha confirmado que ya a lo largo de este mismo fin de
semana, el personal del área de Menores se encuentra
trabajando para acelerar el traslado de los 93 menores, que
se prevé llevar a cabo esta misma semana, por lo que ha
querido trasladarles su agradecimiento. “Están mostrando un
gran compromiso y quiero manifestarles mi gratitud”, declaró
la vicepresidenta primera de la Asamblea, consciente del
esfuerzo que los trabajadores del área, con los que se
reunió esta misma semana, están llevando a cabo.
Agravada por las fuertes lluvias de las últimas semanas, la
situación de los MENA en ‘La Esperanza’ empujó a el
Ejecutivo local a tomar una nueva decisión de urgencia, por
la cual se decantaron por sacar de allí a los menores, y
trasladarlos prácticamente de inmediato al albergue de San
José-Hadú. Allí permanecerán de forma provisional mientras
se levanta el nuevo complejo que los acogerá de forma
definitiva, en la zona de Calamocarro, cuya gestión está
prevista que se externalice para ahorrar hasta un millón de
euros.
|