El 82% de los partos atendidos en la Unidad Obstétrica
del Ingesa entre enero y septiembre de este año han sido
vaginales. El alumbramiento natural es uno de los
principales objetivos de este servicio, y para ello disponen
de sillas de parto y pelotas, entre otros elementos. En
total, en este periodo se han atendido 1.173 partos, 52
menos que en el mismo periodo del año anterior. Las
epidurales también se han reducido, de un 21,83 en 2010 a un
16,60% este año. Sobre la nacionalidad de la madre, el 33%
de los partos de este año han sido de mujeres extranjeras,
una tendencia que se ha asentado en los últimos años.
El Bloque Obstétrico del Ingesa está formado por un equipo
multidisciplinar con un objetivo en común: promover un parto
lo más natural posible, tal como explica el personal que
trabaja en dicho servicio. La Unidad de Parto ha atendido
1.173 partos entre enero y septiembre de este año, 52 menos
que en el mismo periodo del año pasado, según informa el
Ingesa.
Del total de partos atendidos en 2012, el 82% -un total de
964- han sido vaginales y 209 por cesáreas. Además se han
inyectado 160 epidurales. En 2011 fueron 965 los partos
vaginales frente a 260 los realizados por cesáreas, por lo
que el parto natural representa un 78% de los atendidos. En
el mismo periodo de 2010 se registraron 1.238 partos, de los
cuales 957 fueron vaginales y 281, por cesáreas. En cuanto a
las epidurales, la tendencia ha ido a la baja: un 16,60%
este año, un 19,73% en 2011 y un 21,83% en 2010.
“Se tiende a que el parto sea lo más natural posible, que
pueda acompañarle el marido, que el clima sea cordial...”,
explica Pilar López García de Vinuesa, supervisora de la
unidad de Partos.
Para ello, el servicio dispone de elementos como sillas de
partos o camas de dilatación. En este tipo de
alumbramientos, se favorecen otras posturas que no sean la
de la mujer tumbada, según destaca la matrona Milagros
Villega, quien explica que el parto natural o “de baja
intervención” se fomenta desde que el Ministerio de Sanidad
lo legisló en 2007.
“Por la idiosincrasia de la ciudad es un paritorio activo y
muy dinámico, donde continuamente recibimos embarazadas y,
sobre todo, porque se caracteriza por fomentar el parto
natural, aunque la mujer gestante es la que decide al final
cómo realizar su parto”, explica la directora de Enfermería
de Atención Especializada, Carmen Gutiérrez.
Madres extranjeras
Un 33% de los partos realizados hasta septiembre fueron de
madres extranjeras. Unas cifras similares se han
contabilizado en los años precedentes. A lo largo de 2011,
un total de 586 partos -el 35,19% del cómputo general-
fueron de madres extranjeras, y en 2010 se contabilizaron de
estas características un total de 552 alumbramientos, un
32,9% del total. “Se respeta mucho la cuestión cultural,
pero siempre bajo las pautas del control sanitario”, explica
Gutiérrez. Por su parte, la supervisora añade que en Partos
se atiende la urgencia, independientemente de la
nacionalidad. “No miramos si es de Marruecos o de España, se
asiste como usuario y lo demás es un trato administrativo”,
apunta.
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La Unidad docente de Matronas de Ceuta, destino preferente
para profesionales de la península
El Hospital Universitario
desarrolla funciones docentes, tanto en formación pregrado
como de especialistas. Entre estas destaca la Unidad docente
de Obstetricia, con ocho residentes en Enfermería
Obstétrico-Ginecológica, futuras matronas. La directora de
Enfemería de Atención Especializada, Carmen Gutiérrez,
destaca la importancia de esta unidad. “Hay matronas
residentes de la península que quieren venir a hacer
rotación a este hospital”, explica la directora, quien
destaca que eso supone “un prestigio”, pero también “una
responsabilidad” para el hospital ceutí. “Es muy importante
que salgan de Ceuta profesionales formados para realizar
dicha especialidad”, añade. Anabel Cantizano y Marta
Fernández son residentes de matrona de segundo y primero
respectivamente. Tenían claro que lo que querían era ser
matronas. “Es un trabajo precioso, compartes con la mujer el
momento más importante de su vida”, explican. Ambas están
muy contentas con la residencia y la formación que están
recibiendo y aseguran que les dan mucha libertad para
atender los partos, bajo la supervisión de la matrona.
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