Los empresarios del Parque Marítimo se han unido para
pedir a la Ciudad Autónoma que mantenga “vivo” el recinto
durante todo el año con actividades y eventos. Los
concesionarios advierten de que están pasando un mal momento
y solicitan ayuda para mantener todos los puestos de trabajo
también durante los meses de invierno.
Los empresarios del Parque Marítimo del Mediterráneo se han
unido para pedir a la Ciudad Autónoma que el recinto
permanezca activo durante todo el año y lograr así que sus
negocios sean rentables para capear la crisis manteniendo el
empleo. Al frente de la asociación, que nace amparada por la
Cámara de Comercio, se encuentra Francisco Manuel Blanco,
propietario del restaurante ‘La Barraca’. Blanco es muy
claro cuando habla sobre la situación que está viviendo el
Parque Marítimo y asegura que es “nefasta”. Los
concesionarios permanecen la mayor parte del año cerrados y
no obtienen rentabilidad suficiente a su inversión, según
explica este empresario.
“El 30% de los establecimientos del Parque Marítimo están
desocupados y del resto, el 80% cierran durante los meses de
invierno”, señala este empresario para advertir de que el
recinto “está muerto y hay que reanimarlo”. Para ello, desde
esta agrupación ya han recopilado varias propuestas que
quieren presentar al Consejo de Administración del Parque
Marítimo. En este órgano, los empresarios no tienen ni voz
ni voto, pero desde la asociación van a luchar por llevar
sus propuestas al Consejo y que sus responsables tengan en
cuenta la opinión de los concesionarios.
Los empresarios apuestan por recuperar las ferias de
muestras que al principio se realizaban en este recinto.
“Había barcos en los que se podía pasear, no imitando al
Retiro, pero era algo bonito y todo se perdió”, lamenta
Blanco que cuestiona la rentabilidad del Parque Marítimo
tanto para los concesionarios como para la Ciudad Autónoma y
asegura que este centro es deficitario.
Un enclave desaprovechado
“Este es el baluarte del turismo en la ciudad, y permanece
cerrado durante la mayor parte del año”, critica este
empresario. Por ello, desde la asociación piden a la Ciudad
Autónoma una mayor implicación. No obstante, los
concesionarios son conscientes de que ellos también tienen
que aportar su grano de arena. “Los comerciantes tenemos que
arriesgar, y si yo tengo que dar paella gratis a todo el que
entre en el Parque Marítimo un sábado, seguro que viene
alguien que se tome una cerveza y la pague”, ejemplifica
Blanco.
El propietario de la Barraca lamenta la falta de agilidad
por parte de la Ciudad Autónoma a la hora de atender las
peticiones de los concesionarios. Blanco cuenta que en
septiembre presentó una solicitud para instalar unos
columpios frente a ‘La Barraca’ y atraer así a clientes que
pudieran comer mientras sus hijos disfrutan en un parque
infantil. Sin embargo, aún no ha recibido respuesta. “No hay
derecho”, denuncia Blanco para pedir que se ayude a los
empresarios: “En la época en la que vivimos y en la crisis
en la que estamos inmersos, lo que hay que hacer es abrir
puertas no cerrarlas”. Ahora, desde la asociación esperan
que la Ciudad Autónoma les abra las puertas para tener una
reunión y poder trasladarle sus inquietudes y propuestas.
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Quejas sobre el control del acceso con comida
Los meses de verano no son
suficientes para recuperar la inversión que supone contar
con un local en el Parque Marítimo, o al menos así lo
traslada Francisco Manuel Blanco, presidente de los
concesionarios de este recinto. Si durante el invierno el
Parque Marítimo Mediterráneo está desierto, en los meses de
verano este recinto se convierte en el epicentro de la
ciudad. Sin embargo, los empresarios que desarrollan su
actividad en él se quejan de que no se obtiene toda la
rentabilidad esperada y entre los motivos de que esto ocurra
está que la gente introduce comida en el recinto a pesar de
que está prohibido. Los empresarios se quejan de que hay una
falta de control que les perjudica directamente.
Desde esta asociación reclaman que el Parque Marítimo no es
una piscina municipal y por ello piden que la actividad se
mantenga durante todo el año. Pero, también, solicitan que
se cuiden todos los detalles de su funcionamiento durante
los meses de verano. “Somos los embajadores del turismo en
Ceuta por que el Parque del Mediterráneo es su baluarte”,
reconoce Blanco para quien, sin embargo, no se está
explotando lo suficiente este activo. “En otros parques como
el de Ceuta se realizan más actividades, pero aquí no se le
da toda la vida que podría tener”, lamenta este empresario
que llama a todos los responsables del Parque Marítimo a
luchar para mejorar la actividad relacionada con este
recinto y aumentar también su número de visitantes, que cada
año es menor que el anterior.
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