El circo es llamado, con toa la
razón del mundo, el mayor espectáculo del mundo. Pero todo
circo que se precie de serlo, debe llevar como atracción
fundamental a los payasos. Sin llevar payasos en su
espectáculo, el circo es como un jardín sin flores. Nadie se
puede imaginar, que el mayor espectáculo del mundo, no lleve
como atracción principal a los payasos..
El circo, por mucho que se diga, nuca morirá. Los payasos
siguen alimentando la ilusión de mayores y pequeños,
arrancándoles una sonrisa con sus actuaciones.
Desgraciadamente los payasos de la tele, la familia Aragón,
desparecieron de los programas televisivos y aún, hoy día,
mayores y pequeños seguimos echándoles en falta. Menos mal
que la “telemierda” de la que es especialista, en algunos de
sus programas Tele 5, han vuelto a traernos, en algunos de
sus programas a varios payasos que, desgraciadamente no nos
hacen reír, sino más bien llorar con sus chistes
trasnochados y caducos. Chistes, en sus repertorios, que
siguen manteniendo sin haber evolucionado. Por eso el
personal asistente a estos espectáculos, no les hacen
ni…caso.
Contar los mismos chistes que contaron hace 40 años no hacen
gracia alguna, aburren tanto al personal que estos se
dedican a estudiar a los payasos, sin hacer caso de unos
chistes que ya son demasiados conocidos.
El circo de la “telemierda”, como no podía ser de otra
forma, invita a su espectáculo a Méndez y Toxo, como gran
atracción en su programa “El Gran Debate”, y frente a ellos
ponen a la periodista Isabel Durán.
Méndez y Toxo nos cuenta los mismos chistes del siglo XIX,
añadiéndoles algunos “latiguillos” tan conocidos como sus
chistes caducos y trasnochados. Y ante ellos, Isabel Durán
les hace una pregunta que les descoloca porque se sale del
guión establecido y, naturalmente, para contestarla no saben
cómo hacerlo. Solución por parte de este programa tan
“independiente de la ”telemierda”, ya no se deja que Isabel
Durán haga más preguntas , pues va a romper el guión
establecido.
Terminada la actuación de Méndez y Toxo, que nos contaron la
misma milonga de siempre, se le da paso al valiente Manolín
y a su mano derecha Cañamero, que para no dejar en mal lugar
a sus compañeros anteriores, nos vuelven a contar los mismos
chistes de todos conocidos por ser de la época medieval. O
sea más de lo mismo porque no saben decir otra cosa que no
sea repetir, una y otra vez, la misma milonga que se han
aprendido de memoria in hilo tempore.
Ahora, eso sí, el valiente Manolin y su Cañamero se van a
manifestar delante del Parlamento Andaluz para protestar,
precisamente cuando no hay nadie. ¡Anda que no hay que tener
valor para hacer éste alarde de poderío!.
Y le pregunto, a ambos dos, si según ustedes el campo es
para el que lo trabaja, cosa que me parece bien, si lleváis
andando meses por toda Andalucía sin trabajar en el campo,
de qué viven vuestra familia, ya que si no trabajáis no
podéis cobrar. ¿O no?
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