Hace exactamente un año, el 27 de noviembre de 2011,
monseñor Rafael Zornoza Boy, obispo de Cádiz y Ceuta
visitaba por primera vez a los inmigrantes que se
encontraban en el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE)
de la Isla de las Palomas, en Tarifa.
A este respecto, el pasado lunes, tras las últimas tragedias
y llegadas de inmigrantes, el obispo volvió a visitar, por
segunda vez, a los inmigrantes internos en este Centro,
donde fue atendido por el Director del C.I.E. y por los
responsables de la seguridad.
Acompañado del director del Secretariado de Migraciones,
Gabriel Delgado, y de miembros del equipo diocesano, junto a
los sacerdotes de Tarifa, fue saludando a los 132
inmigrantes internos en dicho Centro.
En el patio donde se encontraban los inmigrantes, el obispo
tuvo un emotivo encuentro con ellos, dirigiéndoles unas
cariñosas palabras a todos y comunicando que con su visita
quería expresarles su afecto y su cercanía y manifestarles
la comprensión y la solidaridad de la Iglesia en medio de
los difíciles momentos que estaban viviendo todos.
De manera especial, monseñor Zornoza quiso compartir su
profundo dolor y consternación por tantos inmigrantes
fallecidos en su intento por acceder a la costas españolas,
transmitiendo que participaba de su sufrimiento y el de sus
familias y que rezaba a Dios por todos, al tiempo que
expresaba su deseo de que todas las Autoridades e
Instituciones responsables y competentes en la regulación y
control de los flujos migratorios entre África y Europa
hicieran todos los esfuerzos posibles y articularan todos
los medios y recursos necesarios para evitar tantas
tragedias y muertes en este Paso del Estrecho.
Posteriormente, diversos inmigrantes hablaron para expresar
las difíciles circunstancias por las que habían atravesado
en su tránsito migratorio por diversos países del África
Subsahariana y del Magreb.
Especialmente emotivo y conmovedor fue la comunicación de
uno de los supervivientes de la última tragedia en las
proximidades de Alhoceima, al comunicar que en la zodiac
viajaban 71 personas, que se salvaron 18 inmigrantes – 17
recuperados por Salvamento Marítimo y 1 que fue trasladado a
un hospital de Marruecos -, siendo consecuentemente 53
personas entre desaparecidos y muertos, de los que sólo se
recuperaron 14 cadáveres. Este dato podría convertir este
suceso dramático en la mayor tragedia de la inmigración
conocida hasta la fecha en estos mares.
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